Brasil

Ayuda extraordinaria en Brasil

En Brasil, el país más grande de Latinoamérica, destinamos más de un millón de euros para paliar el impacto de la crisis de la COVID-19, a través de numerosas actividades para reducir la desnutrición y la exclusión social, así como promover la empleabilidad, la educación y el emprendimiento.

Desnutrición y necesidades básicas de alimentación

Con el programa Mochilas de Sonrisas, iniciamos una experiencia piloto en las favelas de Alagoas, situadas en el noreste brasileño, que permitirá mejorar la situación nutricional de 500 menores de 6 años, y satisfacer la demanda latente de la sociedad post-Covid en relación con el hambre y la desnutrición infantil. De los 500 niños atendidos por el proyecto, 450 tienen entre 1 y 5 años y 50 son bebés de entre 6 y 12 meses. Durante un periodo de cuatro meses los participantes recibirán una mochila con un kit (compuesto por un suplemento alimenticio enlatado y un exprimidor) y serán controlados por un equipo de pediatras y nutricionistas que supervisarán su desarrollo nutricional durante seis meses. El proyecto, dotado con 200.000 euros, se está llevando a cabo con la Fundación CREN, una pequeña entidad social local que lucha contra la malnutrición infantil.

También para mitigar los efectos del COVID-19 y luchar contra el hambre en el noreste del país, una de las regiones con mayor tasa de pobreza, colaboramos con la asociación Amigos do Bem para la distribución mensual, durante un año, de 4.700 cestas de alimentos básicos con 15 kg de comida para familias de las zonas áridas de los estados de Alagoas, Ceará y Pernambuco. Los recursos también se están utilizando en la perforación e instalación de tres pozos artesianos con energía solar para abastecer a las poblaciones locales de estas regiones. Más de 73.000 personas serán beneficiados con la distribución de 846 mil kilos de alimentos y alrededor de 500 personas serán atendidas directamente (y otras 2,5 mil indirectamente) con agua de los pozos construidos, que producirán 64,8 millones de litros de agua al año.

Con el proyecto Cocinas Solidarias atendemos las necesidades de alimentación de cerca de 140.000 personas gracias a las 30 cocinas solidarias que hacen llegar a la población más necesitada comidas preparadas por cocineros sociales. Este programa, que se realiza en colaboración con Gastromotiva en São Paulo, Río de Janeiro, Manaos y Curitiba, se articula en torno a tres pilares: seguridad alimentaria, generación de ingresos/emprendimiento social y movilización comunitaria. La formación de 30 cocineros solidarios en emprendimiento social, asegura la producción y distribución de miles de comidas a más de 130 mil personas.

Para apoyar la economía de agricultores familiares, cuyas ventas se han reducido debido al cierre de ferias y restaurantes, en colaboración con la Fundación Banco do Brasil, se ha puesto en marcha un programa que adquiere sus productos para montar cestas de alimentos para personas en situación de vulnerabilidad social afectadas por la Covid-19.

La iniciativa cuenta con la participación de más de 7.300 agricultores familiares, cuyos alimentos se incluyen en 11.250 cestas, de 20 a 24 kg de alimentos cada una, que se distribuyen entre familias de 91 municipios de los estados de Alagoas, Ceará, Maranhão y Sergipe.

Empleabilidad, formación y emprendimiento de mujeres

Las mujeres en Brasil presentan peores cifras de empleo, tienen salarios más bajos, y en muchos casos no cuentan con ingresos para alimentar a sus familias.

Para luchar contra esta desigualdad, en colaboración con el Instituto Rede Mulher Empreendedora (IRME), 52.520 mujeres han recibido formación técnica dentro del proyecto “Ela Segura”. Esta iniciativa busca contribuir a la recuperación económica de las mujeres en situación de vulnerabilidad social afectadas por Covid-19, así como a sus familias, en muchos casos sin ingresos ni siquiera para la alimentación básica. El programa, dotado con más de 590.000 euros, consiste en ofrecer formación técnica, seguimiento periódico de los progresos y ayuda económica mensual, para dar impulso a 160 pequeños negocios que no solo sirvan para mantener a sus familias, sino también para romper ciclos de violencia, dar visibilidad a la mujer y empoderarla.

Además, con el proyecto, ‘Coronavirus contra la pared’, dotado con medio millón de euros, formamos a 6.000 mujeres que viven en favelas y que apenas cuentan con ingresos. Los cursos, de tres meses de duración y realizados en colaboración con el Instituto Generando Halcones, tendrán como principal objetivo ofrecerles los conocimientos necesarios para que puedan emprender un pequeño negocio, así como explicarles sus derechos sociales y fortalecer su autoestima y confianza, especialmente tras el impacto emocional que ha generado la pandemia.

También para lograr la emancipación financiera, social y emocional de mujeres que viven en favelas de todo el país, el proyecto Corona no Paredão, desarrollado con el Instituto Gerando Falcões, busca generar una cultura empresarial como forma de obtención de ingresos. 19.000 mujeres ya han sido formadas. Además, se han instalado plazas de Internet gratuitas y abiertas en barrios marginales para minimizar la exclusión digital que sufren sus habitantes.

Inclusión social y discapacidad

En Brasil, muchas personas con discapacidad viven en lugares donde apenas existen programas sociales que les ayuden. En este sentido, ponemos en marcha distintas actividades en zonas remotas del país para que estas personas también tenga una oportunidad laboral.