Pontormo. Dibujos

12.FEB.2014           11.MAY.2014

El papel como medio para expresar sentimientos

Jacobo Pontormo
Cuatro estudios para la Pala Pucci
© Gabinetto Disegni e Stampe degli Uffizi, Florencia

Exposición

 

12.FEB.2014         11.MAY.2014

Considerado como uno de los grandes representantes del Manierismo, Pontormo utilizó el dibujo para expresar sus obsesiones, sus rutinas, y su deseo de encerrarse a dibujar. Esta exposición se celebró coincidiendo con el 520 aniversario del nacimiento del artista.

Jacopo Carrucci (1494-1557) conocido en la Historia del Arte como Pontormo, es uno de los artistas más extraordinarios y extravagantes que nos ha legado la historia del arte. Su personalidad obsesiva, ciclotímica y neurótica, descrita ya por Vasari, contribuyó desde su propia época a construir a su alrededor un aura de artista maldito.

La muestra, primera exposición sobre Pontormo en España, presentó una cuidada selección de 69 dibujos, procedentes en su mayoría de la Galleria degli Uffizi de Florencia, pero, también de otros prestigiosos museos europeos, como la Staatliche Graphische Sammlung de Múnich o la Albertina de Viena, y que recorren todas las etapas vitales de Pontormo y todos los medios gráficos utilizados por él.

La exposición

La exposición reunió 60 dibujos de Pontormo, acompañados de 9 dibujos de otros grandes artistas como Durero, Lorenzo di Credi, Poussin o Tiepolo, lo que permitió establecer un diálogo entre la manera de dibujar de éstos y el gran artista florentino, resaltando la originalidad del estilo de Pontormo. De forma excepcional, junto con el corpus de dibujos se presentó, por primera vez fuera de Italia, el Diario de Pontormo, conservado en la Biblioteca Nazionale Centrale de Florencia. En esta obra, el artista redactó y esbozó pequeños dibujos, durante los dos últimos años de su vida, convirtiéndose en testimonio del mito de Pontormo como artista maldito.

Su primera formación junto con Leonardo da Vinci le enseñó a apreciar el dibujo como un ejercicio de creación privada, en el que el artista podía expresarse con mayor libertad. Su contacto y empatía posterior con Piero di Cosimo favorecieron en el artista los ejercicios de imaginación y fantasía. De forma paralela a su contacto con el dibujo de sus maestros, Pontormo conoció, durante su etapa en la Cartuja del Galluzzo, las estampas de Alberto Durero, ya descubiertas por su amigo Rosso Fiorentino, por lo que la influencia del maestro alemán se percibió también en sus estudios preparativos para La Crucifixión. Posteriormente, será Andrea del Sarto el que más influyó en su obra, y con el que compartió sus primeros encargos públicos de importancia. Durante su última etapa, y en relación con los trabajos para la Iglesia de San Lorenzo, Pontormo asimila, a través del dibujo, una monumental espiritualidad miguelangelesca.

La exposición presentó dibujos de todas las etapas del artista, desde sus trabajos de aprendizaje en torno a Poggio a Caiano (1519-1521), hasta sus últimas obras para la Iglesia de San Lorenzo en Florencia (1545-1556). Entre ambos extremos, se presentaron los dibujos preparatorios para las obras de la Cartuja del Galluzzo (1522-1525) y sus trabajos en torno a la Capilla Capponi, en la Iglesia de Santa Felicita (1526-1530).

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