Cómo llevar animales en el coche



Una mascota hace mucha compañía. Cada cual elige su animal favorito, un perro, un gato, un pájaro, peces... o cualquier otro animal. Sin duda las mascotas más habituales, y que también salen más de casa, son los perros.
No vamos a descubrir a estas alturas nada a los dueños de un perro: es un animal fiel, cariñoso y juguetón, que normalmente quiere acompañarnos a todas partes. Así que más tarde o más temprano nos va a acompañar también en el coche.
Por la propia seguridad del animal, que es responsabilidad nuestra, los dueños, y también por nuestra propia seguridad, hay que llevar el animal en el coche en condiciones, de modo que no se haga daño en caso de frenazo o accidente, ni tampoco nos haga daño.
Hay que tener presente que al igual que los niños no van en el coche de cualquier manera, sino que tienen sus sistemas de retención infantil, o coloquialmente llamados sillitas para niños, para que puedan ir sujetos y más seguros, también hay sistemas de retención y transporte para animales.
Hay que pensar que en caso de un frenazo fuerte, por poner un ejemplo, el perro puede como poco golpearse y hacerse daño, pero también puede salir despedido, incluso fuera del coche, peligrando su vida, pero también la nuestra, porque si al salir lanzado por la inercia nos golpea a nosotros, las consecuencias pueden ser muy graves.
Además no debemos olvidar que el Reglamento General de Circulación nos obliga a llevar adecuadamente a los animales en el coche. Es el artículo 18.1 el que dice, entre otras cosas:
El conductor de un vehículo está obligado a... cuidar... la adecuada colocación de los objetos o animales transportados para que no haya interferencia entre el conductor y cualquiera de ellos.
Hablando de un perro: no se puede llevar suelto en el coche, y mucho menos puede ir el perro moviéndose por encima del conductor, entres sus pies, asomándose por la ventanilla, ni jugueteando con nosotros. Es una distracción, un peligro, y también nos podrían multar. Tampoco sirve que el perro vaya en el suelo de los asientos traseros, ni en el maletero: va sin sujetar, y se puede hacer daño.
Si el perro es pequeño o mediano, se puede utilizar un transportín, y llevarlo en el suelo de los asientos traseros, (si es pequeño), o bien en el maletero (si es más grande). Si lo podemos sujetar con una red, cuerda o cinta, mejor. No se debe llevar el transportín sobre los asientos, pues se va a mover y podrá salir igualmente despedido en un frenazo o accidente.
Casi para cualquier tamaño de perro hay unos arneses especiales que se le colocan de manera muy parecida a ciertos tipos de correas, y que luego se sujetan al cinturón de seguridad del asiento del coche, al propio asiento, o los anclajes isofix del mismo, si el coche los monta. Los que solo sujetan al perro por el collar no son muy seguros, tampoco para el animal, y si el arnés tiene más de un punto de anclaje, el perro irá más seguro, y además se moverá menos (y también habrá menos riesgo de que se maree).
Para perros medianos y grandes, y si el maletero es grande y con luna, lo más recomendable es llevarlos en el maletero, teniendo una rejilla o red de separación entre el maletero y el habitáculo. El arnés es también recomendable en este caso para que el perro no se golpee dentro del maletero. También hay rejillas para compartimentar el espacio del maletero, y evitar que la carga o equipaje que llevamos se caiga encima del animal.
Lo importante, como siempre, es pensar en la seguridad.