Entre 1982 y 1987, Paz Errázuriz documentó el día a día de una comunidad nada convencional, formada por transexuales que ejercían la prostitución en burdeles de Santiago y Talca, y que sufrían una constante persecución y humillación en el Chile de la dictadura militar. Una vez acabada esta, en 1990, el resultado de este trabajo se publicó en el fotolibro La manzana de Adán, que, además de las fotografías, tanto en blanco y negro como en color, contenía textos y entrevistas a las protagonistas realizados por la escritora Claudia Donoso.

El tiempo que Errázuriz pasó en esta comunidad le sirvió para crear un ambiente de respeto y confianza que se manifiesta en fotografías como Evelyn I. En ella, la protagonista posa recostada sobre una cama al modo de una odalisca clásica que no termina de mirar directamente al espectador. La composición, con la bifurcación de la mirada hacia el rostro y hacia el cuerpo de Evelyn que ejerce el espejo, integra una retórica del deseo que remite a la tradición pictórica. Tanto Evelyn como su hermana Pilar, grandes protagonistas de esta serie, fueron retratadas por Errázuriz en diferentes situaciones cotidianas, mientras se maquillaban y peinaban, por ejemplo, o posando junto a Mercedes, su madre.