Desde que, en 1938, llegara a Nueva York huyendo del fascismo que acechaba Europa, Lisette Model quedó fascinada por la ciudad. En concreto, por el Lower East Side, que se había convertido en un barrio popular cuyo ambiente recordaba al de algunas ciudades europeas. Fueron muchos los fotógrafos atraídos por este barrio: desde la vida en las calles captada por Rebecca Lepkoff, hasta los locales nocturnos de Gjon Mili o la visión despiadada de Weegee. Lisette Model, desde sus comienzos, había puesto el foco de atención en los extremos de la sociedad —ricos y personas desfavorecidas—, señalando la soledad y la fragilidad humana.

En Nueva York le llamaron la atención los transeúntes que ocupaban las aceras. Lower East Side (Big woman pointing), imagen tomada durante sus primeros años en la ciudad, reúne muchas de las claves estéticas recurrentes de Model. El compacto volumen de una mujer mayor cubierta por un grueso abrigo, del que surge una mano amenazante, ocupa el encuadre por completo. El contrapicado, recurso que utiliza la autora a menudo, realza la talla y otorga a la protagonista una actitud imponente, violenta y, en cierto modo, cómica. Model, como solía aconsejar a sus alumnos, tendía a fotografiar todo aquello que, de alguna manera, le asustaba.