La enfermedad traumática sigue ahí. No se ha ido. Y sigue manifestándose en valores de verdadera pandemia. Según la Organización Mundial de la Salud, representa a nivel mundial el 10% de toda la carga global de enfermedad.
Los datos del INE, entre los años 2012 y 2020, señalan que el número de personas fallecidas por causas externas ha pasado de 14.004 en el año 2012 a 16.078 en 2020 (un aumento del 15%). Mientras que el número de fallecidos como resultado de siniestros de circulación se ha reducido considerablemente en este mismo periodo, las caídas accidentales mortales se han incrementado en un 50%, los ahogamientos y atragantamientos en un 29% y las lesiones autolíticas (suicidios) en un 11%.
Este estudio combina dos aproximaciones a la epidemiología del trauma, ambas con la misma filosofía. Además de ofrecer una panorámica cronológica de la evolución general del trauma en las unidades de cuidados intensivos a lo largo de la última década, el informe también detalla el impacto de la COVID-19 en el trauma en España. Su objetivo es ofrecer una visión del impacto del trauma grave en España y en el entorno hospitalario.