En esta imagen, Gasparini proyecta una mirada con cierto sarcasmo sobre los partidarios del político conservador venezolano Rafael Caldera, jaleado en lujosos coches por las calles de Caracas durante la campaña electoral. En 1969, al año siguiente de ser tomada esta foto, Caldera ganaría las elecciones presidenciales del país. 

La fotografía ha sido siempre la voz mediante la que Paolo Gasparini ha expresado su compromiso político. Entre 1968 y 1970 participó junto a otros intelectuales en la revista Rocinante. Durante aquellos años, cuando la lucha armada en Venezuela había sido derrotada y algunos de los militantes de izquierdas se estaban integrando en las instituciones del Estado, la publicación mantenía una perspectiva crítica sobre las compañías petroleras, el imperialismo norteamericano y la corrupción de los procesos electorales. 

El estilo de Gasparini, cercano al del fotoperiodismo, captura al vuelo la vida de la ciudad; la composición se apoya muchas veces, como en esa imagen, en líneas diagonales que aportan gran dinamismo a la escena. La mayoría de sus series constituyen sinfonías urbanas en las que se entremezclan escenarios arquitectónicos, locales comerciales y personajes callejeros, clases medias y mendigos.