Todos los niños tienen derecho a un futuro

Os podemos contar el caso de, vamos a llamarla, Mª José, esta joven estuvo con nosotros varios años primero recibiendo estimulación y luego asistiendo a logopedia; se trabajó con ella hasta los 14 años, aproximadamente, tenía dificultades en la adquisición de los aprendizajes académicos, la lectoescritura no era su fuerte pero era y es una chica que ponía mucho interés y motivación para ser una más en la clase. Cuando su situación familiar cambio (sus padres se separaron) y quedó al cuidado de su madre tuvieron que dejar el tratamiento, ya que la madre tuvo que ponerse a trabajar. Ahora es una joven de 33 años que ha vuelto a ADEMPA, está vez con su peque. Vinieron ella y su madre algo preocupadas por la evolución de la niña. Cuando estuvieron frente a la trabajadora social comentaron: “Ana, no sabíamos dónde acudir, solamente venimos porque tenemos confianza en lo que vosotras nos digáis; queremos saber qué es lo que necesita Lorena para que todo vaya bien y no le pasé lo que a mí”. Desde hace año y medio trabajamos con su peque; va poco a poco evolucionando y ambas se muestran felices porque vienen a su centro, a su casa.