Impresionismo. Un nuevo renacimiento

15.ENE.2010           22.ABR.2010

Una nueva manera de entender el arte

Claude Monet
La Gare Saint-Lazare [La estación Saint-Lazare], 1877 
Musée d’Orsay, París
© RMN

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Exposición

 

15.ENE.2010         22.ABR.2010

La exposición recorrió la historia del más importante movimiento artístico moderno a través de 90 de las grandes obras maestras de ManetMonetRenoirSisleyPisarro y Cézanne, entre otros, procedentes del Musée d’Orsay.

La exposición

Por primera vez un conjunto de obras impresionistas de primera importancia se presentó en España ofreciendo al público una ocasión única para contemplar, a través de los grandes maestros, una visión global de este movimiento artístico que cambió la percepción del orbe y del mundo marcando el camino de la modernidad.

El Impresionismo supuso un nuevo Renacimiento, un momento de esplendor en las artes que cambiaría todo el devenir artístico marcando nuevos valores y nuevas maneras de hacer y de entender el arte. El movimiento impresionista eclosionó en todo su esplendor durante un momento históricamente muy complicado, marcado por la guerra franco-prusiana y los sucesos de la comuna, que convulsionaron París, además de transformar el mundo en su configuración y sus planteamientos geopolíticos.

El impresionismo y su afán de transformación, no supuso, sin embargo, una ruptura radical con el arte tradicional y académico, tal como se suele indicar de manera un poco simplista. El entusiasmo por la modernidad fue una de las señas de identidad de la época, y contaminó del mismo modo a realistas, impresionistas y académicos. Cada cual, a su manera, buscó una transformación en el arte que lo hiciera más acorde con el mundo moderno. Y esta es una de las grandes aportaciones de esta exposición que además de presentar obras maestras de los impresionistas ofreció también una visión de aquellos otros artistas que, en los mismos años, también intentaron, aunque desde otros lenguajes una renovación de la pintura.

La exposición, que puso de manifiesto la importancia del Musée d’Orsay como el gran referente mundial de este periodo, recorrió la evolución del impresionismo a través de obras imprescindibles para la historia del arte: Monet se representaba como el artista más virtuoso, Renoir aparecía como un artista más sensual, más delicado en sus retratos, Sisley, por su parte, destacaba por su gran rigor compositivo, Berthe Morisot, que participó en la primera exposición impresionista de 1874,  ocupaba el lugar que ahora comienzan a reclamar las mujeres artistas, y Pisarro y Cézanne enfatizaron la solidez estructural de los elementos de sus obras. La exposición cerraba brillantemente con las últimas obras de Manet, demostrando su triunfo absoluto.

La exposición nos ofreció un completo recorrido por la historia del más importante movimiento artístico moderno, a través de sus grandes obras.

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