Portrait. Dessin dada [Retrato. Dibujo dadá] [Personaje no identificado]

Serge Charchoune

Portrait. Dessin dada [Retrato. Dibujo dadá] [Personaje no identificado] © COLECCIONES Fundación MAPFRE

Serge Charchoune
Portrait. Dessin dada [Retrato. Dibujo dadá] [Personaje no identificado], 1922
Seis retratos Dadá
© Serge Charchoune, VEGAP. Madrid, 2020
© COLECCIONES Fundación MAPFRE

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Autor

Serge Charchoune

Nacimiento:
Buguruslán, Rusia, 1886

Fallecimiento:
Villeneuve-Saint-Georges, Francia, 1975

Fecha de ingreso: 2004

Procedencia: Serge Charchoune / Galerie de Seine, París / Galerie Marcel Fleiss, París, 2004

Técnica

Tinta y grafito sobre papel

Medidas

Medida mancha: 12 × 8 cm
Medida marco: 45 x 78 x 4 cm

Inventario

FM000263

Descripción

El pintor ruso Serge Charchoune forma parte del conjunto de artistas extranjeros que se instalaron en Barcelona durante el período de la Primera Guerra Mundial, entre 1914 y 1918. En París había sido alumno, en la academia La Palette, de los pintores cubistas Dunoyer de Segonzac, Metzinguer y Le Fauconnier, y había participado por primera vez en el Salon des Indépendants en 1913, con obras cubistas inspiradas en la música. Pero no expondrá individualmente hasta 1916, en las Galeries Dalmau de Barcelona, espacio en el que volverá a mostrar su obra en 1917.

A partir de su llegada a Barcelona, Charchoune y su compañera, la escultora Hélène Grünhoff, entran en contacto con Olga Sacharoff, su esposo Otto Lloyd y Arthur Cravan —seudónimo del hermano de Lloyd—, así como con Marie Laurencin, Albert Gleizes y su esposa. Así mismo, se integran en el ambiente intelectual catalán más sensible al arte de vanguardia. En el Cercle Artístic conocen al joven Josep de Togores y pronto serán amigos del poeta y crítico de arte Josep M. Junoy y de Vicenç Solé de Sojo. Charchoune pintará en Barcelona sus primeros cuadros abstractos, que a su vez serán también los primeros que se realicen en toda España. Son las obras que expone Josep Dalmau en su galería y que causan un revuelo considerable en la prensa barcelonesa, pasando a ser uno de los principales hitos del inicio de la vanguardia en nuestro país.

En Barcelona, y en el ambiente de los hermanos Lloyd, Sacharoff, Gleizes y Laurencin, Charchoune entra en contacto con el dadaís­mo, a raíz de la estancia barcelonesa de Francis Picabia, recién llegado de Nueva York, en 1916. Picabia, secundado por su secretario Maximilen Gauthier —Max Goth—, el grupo de extranjeros y Josep Dalmau, funda en Barcelona su revista 391. Charchoune pronto volverá a París y no se encontrará de nuevo con Picabia, ya en la capital francesa, hasta 1920, momento en el que da comienzo realmente su etapa dadaísta. En este tiempo, Charchoune se convierte en un miembro asiduo del reducido grupo parisino; publica un dibujo dedicado a Picabia en 391; conoce a Tristan Tzara, que coleccionará sus cuadros y le encargará dibujos; autoedita en 1921 —con la ayuda de Philippe Soupault— Foule immobile, un poema dadaísta muy aplaudido por sus colegas de grupo, y organiza una de las provocadoras veladas dadá.

En 1922, el artista decide trasladarse a Berlín con intención de ir luego a Rusia. En la capital alemana se integra en el ambiente dadaísta berlinés, publica un texto sobre Dadá e inicia la edición de la única revista del movimiento escrita en ruso Transbordeur Dada, a la vez que publica dibujos en Mécano, Merz y Manomètre. Los artistas e intelectuales rusos exiliados en Berlín le comunican su desencanto hacia la revolución y el nuevo régimen, y Charchoune decide volver a París, donde, cuando llega, en 1923, el dadaísmo está agonizando para dejar paso al movimiento surrealista encabezado por André Breton.

En su etapa dadá, Charchoune realiza dibujos en los que combina lo geométrico con lo automático, a menudo añadiendo palabras, muy en la línea de los dibujos mecanicistas de Picabia. Una de las características de Charchoune en esta época es la repetición de un mismo original. Ésta es la razón por la que existen varias versiones de algunas obras como Bibi o La Fortune danseuse, ambas del Centre Pompidou, Musée National d’Art Moderne de París. La propia Foule immobile, con sus poemas y dibujos, fue repetida manualmente por Charchoune, al no tratarse de una edición impresa.

Entre los dibujos dadaístas cabe destacar un conjunto de retratos, en algunos casos correspondientes a personajes conocidos, como Tzara o Berdiaev, o sus propios autorretratos. En algún caso concreto, también existen varias versiones de estos dibujos charchounianos. La colección Jacques Herold, de París, conserva una serie de pequeños retratos, realizados en el reverso de una carta, que, además de pertenecer a la misma época, mantienen una estrecha relación con los seis de la presente colección.

En ellos, una geometría de carácter mecanicista se ordena mediante un cierto sentido del humor para recrear los rasgos del personaje representado. Si en sus retratos mecánicos Picabia utiliza la representación de una serie de objetos inanimados y abstractos para construir una metáfora del personaje, sin ninguna referencia a la figura, Charchoune, aunque empleando también la metáfora, da en cambio referencias claras de los rasgos físicos del modelo, pese a que lo hace de una forma desenfadada y trasgresora, manteniendo su peculiar sentido de la composición y la geo­metría, y su propio lenguaje iconográfico, basado en espirales, arabescos, triángulos, círculos, óvalos y corazones. Se trata de dibujos a la vez figurativos y abstractos, realizados en un cuaderno de notas, y cabe situarlos en la etapa dadá berlinesa de su autor.

En este mismo año, 1922, Charchoune inicia un nuevo capítulo creativo que denominará Cubisme ornemental, una recuperación del cubismo partiendo del movimiento purista de Le Corbusier y Ozenfant, al que se adherirá de una forma ya clara y consciente hacia 1924, en París. También se acerca a los postulados abstractos de Theo van Doesburg, a quien conoce en la capital alemana. En su serie Cubisme ornemental, Charchoune pinta algún retrato al óleo, como Madame O. Lickteig —de la antigua colección Van Doesburg, actualmente en el Museum Ludwig de Colonia—, cuyo carácter es totalmente abstracto y en el que simplemente se insinúa la forma de una cabeza por medio de un semicírculo, en una composición geométrica resuelta en grisalla.

En los seis dibujos que comentamos, Charchoune es más figurativo, pero mantiene cierta relación con el retrato de la señora Lickteig. Seguramente todos corresponden a personajes conocidos por Charchoune, pero, del conjunto, sólo hay tres identificados. El retrato de Tristan Tzara (1896-1963) es uno de los mejor resueltos, sobre todo por su contundencia y concisión. Resulta interesante comparar este retrato charchouniano con el que Francis Picabia había hecho al poeta rumano en 1918. Picabia, tan abstracto por ejemplo en los retratos de Marie Laurencin y Guillaume Apollinaire, a la hora de plasmar al padre del dadaísmo lo hace de una forma totalmente naturalista, anticipándose ya a su etapa figurativa, iniciada en los años veinte, después de su alejamiento de Dadá.

Otro de los personajes identificados es Nicolai Berdiaev (1874-1948), poeta ruso que en 1922 había abandonado su país al entrar en desacuerdo con la dirección que estaba tomando el nuevo régimen bolchevique. En su juventud, Berdiaev había sido encarcelado por revolucionario, pero con el tiempo fue cambiando de actitud; en Francia se convirtió al catolicismo. En 1918 había publicado en Moscú La crisis del arte y, en 1922, en Berlín, Una nueva Edad Media. Berdiaev coincidió con Charchoune en la capital alemana y es muy posible que fuera uno de los que le disuadiera de volver a Rusia entonces.

El tercer personaje identificado es el propio Charchoune, con su autorretrato «en forma de diablo», del que existe otra versión prácticamente idéntica. El pintor se plasma a sí mismo con tres elementos: un arabesco simétrico muy sencillo que hace las funciones de nariz y a la vez de cuernos; un semicírculo invertido a manera de boca sonriente y maliciosa, y dos ojos, con sus pestañas, representados de un forma más convencional. La transformación en diablo travieso es bastante sorprendente, ya que, como cuenta en sus Retrats de Passaport Josep Pla, que le había conocido personalmente, Charchoune era un hombre «evangélico, infantil, de mirada clara e inefable», místico, de carácter introvertido y triste. En la misma época, el artista había dibujado algún otro autorretrato. En uno de ellos, un arabesco en forma de espiral cerrada —como si se tratara de una escultura de alambre— dibuja su cara de perfil, tal como le gustaba firmar en sus autógrafos y dedicatorias; la expresión es ensimismada, alejada, y resulta bastante más fiel a la realidad.

Estos dibujos se publicaron, en vida del artista, en el catálogo-monografía que editó la Galerie de Seine en 1974 bajo el título de Dessins Dada. Aunque no existe ninguna certeza de que los títulos dados posteriormente a cada uno de ellos, para diferenciarlos, fueran concebidos por el propio Charchoune, no hay ninguna duda acerca de los personajes identificados. Los cuernos de Autoportrait en diable II también se podrían interpretar como orejas de asno, ya que tanto en estos retratos, como en los de la colección Jacques Herold, algunos personajes presentan rasgos de animales, como un cerdo, en el caso de Berdiaev —aún más claramente en uno de Herold—, o un ratón, construido a base de dos corazones superpuestos —también perteneciente al conjunto de Herold.

Cabe destacar que, pese a haber iniciado su carrera artística como pintor abstracto en Barcelona, Charchoune no había estado representado hasta ahora en ningún museo ni colección de nuestro país. Los dibujos charchounianos de las Colecciones MAPFRE son, pues, las primeras obras de este artista ruso que pasan a formar parte de una colección española.

[Josep Casamartina i Parassols]

Bibliografía

BOSQUET, Alain, y GUERRA, René, Charchoune. Harmonies Blanches, cat. exp. Paris, Galerie de Seine, 1974.
Charchoune, cat. exp. Paris, Musée National d’Art Moderne, 1971.
CREUZE, Raymond (col.), Charchouniana, cat. exp. París, Raymond Creuze, 1989.
Entre Dadá y la abstracción, cat. exp. Madrid, Fundación MAPFRE, 2004.
GUÉNEGAN, Pierre, Serge Charchoune: 1888-1975catalogue raisonné. Lanwell & Leeds, 2006.
Serge Charchoune, cat. exp. Bérgamo, Galeria Lorenzelli, 1969.
Serge Charchoune, cat. exp. París, Raymond Creuze, 1975.
Sergej Sargun, cat. exp. Martin, Musée de Beaux-Arts de Turiec, 1994

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