© David Jiménez. VEGAP, Madrid, 2022
CATÁLOGO DE COLECCIONES
La publicación por David Jiménez del libro Infinito en el año 2000 ha sido objeto de una progresiva revalorización a la luz de la historia reciente del fotolibro en España. Así lo recogen, por ejemplo, Martin Parr y Gerry Badger en The Photobook: A History.
El autor propone, a partir de una sucesión de imágenes de naturaleza fragmentaria, una mirada decididamente abierta sobre una realidad plural, en la que convive lo cotidiano y lo exótico, la dura concreción de lo real y la indecisa figuración del ensueño. El libro se compone de una serie de dípticos en sucesión que funcionan a modo de diálogos entre las imágenes yuxtapuestas, en una continuidad física que acentúa los valores de confrontación y de semejanza. Esta sintaxis, a la vez dual y serial, opera una apertura semántica de las imágenes, a la vez que establece una serie de pasajes y equivalencias formales entre elementos, en principio, disímiles.
En Infinito n.º 29 se manifiestan algunos de los rasgos característicos de la obra de Jiménez: su tratamiento del blanco y negro y su querencia por la calidez del grano, que desembocan en imágenes con la fuerza sensorial de una presencia material y el valor expresivo del claroscuro. En esta fotografía, el autor evoca cualidades en principio impropias para la escultura, como cierta vulnerabilidad de la piedra, ahora sensibilizada, dotando a la figura de una extraña vida, personaje anónimo varado en una ensoñación sin tiempo.