© The Estate of Garry Winogrand. Cortesía de Fraenkel Gallery, San Francisco, 2022
CATÁLOGO DE COLECCIONES
Tras los episodios dramáticos de la Gran Depresión y la Segunda Guerra Mundial, Estados Unidos vivió una época de optimismo y prosperidad económica. Las revistas y el fotoperiodismo estaban en pleno apogeo y, en 1954, Garry Winogrand fue contratado por la agencia de fotografía Henrietta Brackman Associates de Nueva York. A través de esta, consiguió encargos para revistas de ocio como Collier's, Pageant o Sports Illustrated. Sin embargo, a pesar de tener un oficio próspero como fotorreportero, a partir de 1957 quiso comenzar un trabajo más personal y emprendió diferentes viajes por Estados Unidos: Los Ángeles, San Francisco, Dallas, Houston, Chicago, Ohio, Colorado y el suroeste del país.
En 1957 visitó Nevada, California y Nuevo México. En Albuquerque (Nuevo México), Winogrand realizó esta fotografía de fuertes contrastes: por un lado, entre el blanco y el negro y, por otro, entre las formas rectas de la arquitectura y las formas orgánicas de la naturaleza. Emergiendo de la oscuridad del garaje, aparece una figura casi angelical: un bebé rubio vestido de blanco, que es, probablemente, Laurie, la hija del fotógrafo, nacida un año antes. En obras como esta se aprecia la pertenencia de Winogrand a la corriente del Social Landscape norteamericano, que trata sobre los efectos del hombre en el paisaje.