Diferencias entre un asiento elevador y una sillita con respaldo

La función principal del alzador es elevar al menor para que se pueda poner correctamente el cinturón de seguridad.

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Seguridad Vial
¿Ha llegado el momento de pasar a un alzador y no sabes si elegir un elevador con o sin respaldo? Desde Fundación MAPFRE vamos a abordar las principales diferencias que hay entre ambos. En primer lugar, hay que tener claro que sólo se recomienda usar un elevador sin respaldo a partir de los 125 cm. Por el contrario, el elevador con respaldo se puede utilizar en todo momento desde los 15 kg y hasta que el niño pueda utilizar directamente el cinturón de seguridad de adulto.

La función principal del alzador es elevar al menor para que se pueda poner correctamente el cinturón de seguridad. Tal y como podemos ver en la siguiente imagen y así debe quedar:

Infografía: Diferencias entre un asiento elevador y una sillita con respaldo

A partir de los 15 kg de peso, los niños pueden utilizar sillitas de los grupos 2/3 y aquí encontramos los elevadores, tanto con respaldo como sin él. En primer lugar, no se debe tener ninguna prisa por cambiarles de grupo antes de tiempo. Sólo se debe pasar al siguiente sistema de retención infantil si le ha quedado pequeño.

A esto hay que añadir nuestra recomendación de que los niños vayan mirando hacia atrás el mayor tiempo posible y como mínimo hasta los 4 de edad.

Si ha llegado el momento de pasar al elevador, puede surgir la siguiente duda: ¿con o sin respaldo? Para Fundación MAPFRE la respuesta está clara: un elevador con respaldo ofrece una mayor protección para el menor. Hay que tener en cuenta que el alzador simplemente eleva al menor para que se pueda poner correctamente el cinturón de tres puntos. El niño todavía no tiene la altura suficiente para no necesitar ningún sistema de ayuda. Se considera a que a partir de los 150 cm ya no es necesario ningún SRI, aunque la normativa solo obligue hasta los 135 cm pero siempre recuerda que el niño debe seguir utilizándolo el elevador si al ponerle el cinturón la banda del hombro toca el cuello o pasa bajo el mentón.

Un elevador con respaldo ofrece más protección al menor. El niño sigue estando en una silla que le ofrece protección lateral, mayor ergonomía y, además, evita errores en la colocación del cinturón de seguridad, ya que se debe pasar por las ranuras específicas. Ofrece una mayor protección de la cadera, espalda, hombros y cabeza. Además, hace que el niño permanezca dentro del SRI en caso de siniestro, algo que no ocurre con un elevador sin respaldo. Evita que el niño pueda chocar su cabeza contra la ventanilla o contra el interior del vehículo en caso de impacto.

El hecho de que el reposacabezas se pueda ir regulando según la altura del menor, hace que el cinturón también se vaya colocando en la posición correcta según la altura del niño o niña. Éste pasa correctamente por la altura de la clavícula y no por el cuello. La banda ventral tiene que pasar por la pelvis y no sobre el estómago. Los elevadores con respaldo también aseguran que esto sea así gracias a sus anclajes.

El elevador sin respaldo o cojín puede resultar más práctico y ocupar menos espacio pero, sin duda, protege menos.

Desde Fundación MAPFRE abogamos por el uso de elevadores con respaldo (4 MB) por su mayor seguridad.

Por último, recordar que los cambios que se han producido en materia de elevadores solo afecta a su homologación, es decir, sólo a los fabricantes de sillitas.