El portabebés, un artículo imprescindible
Una recomendación para la seguridad de tu bebé
Seguridad Vial
Los fabricantes de sistemas de retención infantil, de manera general, ofrecen diferentes soluciones a los padres, dado que, al fin y al cabo, entienden que son los que compran el producto y que son los usuarios principales, y que el bebé es “sólo” un usuario secundario del producto.
Vamos a ver cuáles son las necesidades de un sistema de retención si ponemos al bebé en el centro de la decisión.
Las necesidades del bebé pasan por:
- Un espacio adecuado a sus dimensiones, por lo tanto, un espacio relativamente reducido donde esté y se sienta protegido.
- Un ángulo de inclinación adecuado que haga que su cabeza esté en una posición de reposo, y dada su dificultad para aguantar la cabeza, que ésta no caiga hacia adelante debido a su aún débil tono muscular del cuello.
- Un nivel de sujeción adecuado, pero no agobiante. Todos sabemos lo que les pasa a los bebés cuando se sienten incómodos…
- Un sistema que asegure una buena ergonomía para favorecer su comodidad y un correcto posicionamiento.
- Una protección de la cabeza adecuada que evite todo lo posible el contacto con cualquier parte del coche en caso de colisión.
- Y, por último, y también lo más importante, un sistema que ofrezca las máximas garantías en caso de colisión, ya sea frontal, lateral o posterior.
Pues bien, solo un sistema de retención infantil le puede ofrecer al bebé cubrir todas estas necesidades, y ese sistema es un portabebés.
Dentro de la variedad que nos ofrece el mercado para transportar a los recién nacidos nos encontraremos con mil opciones distintas, pero todas ellas, en el mejor de los casos, sólo consiguen “imitar” las condiciones que nos ofrece un portabebés, sin llegar en ningún caso a igualar la apuesta.
De hecho, en países como el Reino Unido o Portugal no se permite a los padres abandonar el hospital con el bebé si no es en un portabebés, razón por la que el uso de estos dispositivos está tan extendido en estos países.
Por lo tanto, creemos importante recomendar a la hora de elegir el sistema de retención infantil que se piense en las necesidades de los verdaderos usuarios principales (los niños), y algo menos en las necesidades de los auténticos usuarios secundarios (los padres y cuidadores). Las necesidades de los niños deben primar cuando entren en conflicto con las de los padres, que será la mayoría de las veces.
Si nos decidimos por un portabebés, debemos asegurarnos de que cumple con todas las condiciones que necesita el bebé y de que el fabricante ha tenido en cuenta todas estas variables que hemos mencionado anteriormente. En general, la recomendación es apostar por marcas de reconocido prestigio y descartar aquellas que no nos garanticen que el producto ha sido diseñado pensando en el bebé. Comprar el producto en una tienda especializada, evitando productos de segunda mano con escasa o nula garantía, y preguntar al vendedor sobre como cada fabricante soluciona las cuestiones anteriormente mencionadas, nos dará una clara idea de cuál es la mejor opción.