Trabaja tu autoestima
Una herramienta fundamental para tu desarrollo personal
Tener una autoestima sana y estable es esencial para nuestro desarrollo vital. Lo ideal es encontrar un equilibrio ya que un exceso de autoestima puede conllevar comportamientos narcisistas o despóticos y su carencia genera inseguridad.
A lo largo de nuestra vida pueden darse muchas circunstancias en las que nuestra seguridad se viene abajo y las causas pueden ser múltiples. Por ejemplo, un perfeccionismo extremo o la autocrítica áspera y severa deterioran nuestra autoestima de forma progresiva y pueden frenar nuestro desarrollo personal. Pero también la soledad, la dificultad para decir no o la pasividad para defender nuestros derechos pueden minar nuestro equilibrio personal.
A pesar de lo mucho que aparece en los libros de autoayuda, decirse a uno mismo frases motivadoras como “Tú vales mucho” o “Tú eres único” no suele ser eficaz. Y es que, aunque la teoría parece sencilla, en general no sabemos cómo trabajar nuestra autoestima.
Para desarrollar una autoestima sana es necesario reflexionar, entender y aceptar las experiencias pasadas adversas -como fracasos o situaciones traumáticas-, así como dejar salir las emociones involucradas. Otro aspecto clave es estar en paz con uno mismo y con las decisiones pasadas: no hay que olvidar que, aunque sentir culpa es una experiencia natural en ciertas situaciones, el objetivo no es juzgarnos sino aprender para el futuro. Lo más eficaz es actuar con nosotros mismos como un buen entrenador, que nos exige desde aprecio y con flexibilidad.
Un error frecuente es pensar que la autoestima se construye sólo a partir del éxito, el estatus o la admiración de los demás. Las personas que así lo creen se ven envueltas en una espiral sin fin y nunca llegan a sentirse plenamente satisfechas consigo mismas. En las relaciones personales y de pareja, una sana autoestima es el mejor antídoto frente a los sentimientos de dependencia y frente al miedo al abandono.
Refuerza tu seguridad compartiendo momentos con tus seres queridos. Sentir que somos importantes para otras personas y que con nuestras acciones aportamos algo valioso a la sociedad, ayuda mucho a desarrollar una autoestima saludable.