Elije el casco más adecuado
Conduce con cabeza
Ya sabes que el casco es una parte imprescindible de tu equipación a la hora de montarte en una moto, pero no todos los cascos son iguales. Te ayudamos a elegir el más adecuado para tu protección.
Actualmente, la oferta de cascos que pueden encontrarse en el mercado se agrupa en 4 categorías, en función de su uso y del nivel de protección que proporcionan:
- CASCO INTEGRAL: Es el más utilizado y el que da mayores garantías de protección. Cubre completamente la cabeza y la cara. Tiene una pantalla practicable y aireaciones delanteras y traseras para mantener una buena temperatura interior. El sistema de cierre rápido, o hebilla de “doble D”, es el sistema más seguro ya que es prácticamente imposible que se suelte en caso de accidente.
- CASCO MODULAR: Denominado también convertible o semi-integral. Es físicamente similar al integral, pero tienen la peculiaridad de que puede abrirse toda la parte frontal. Es una característica muy cómoda para, por ejemplo, hablar puntualmente sin tener que quitarte el casco, pero para circular hay que llevarlo cerrado.
- CASCO ABIERTO: Cubre el cráneo, no posee morrera y en algunos modelos tampoco pantalla (es decir, dejan al descubierto la barbilla y, en muchos casos, también la cara), se utilizan sólo para conducción muy urbana para usuarios de scooters y ciclomotores (y de ciertas motos tipo custom, por motivos estéticos). Hay de tres tipos:
- JET: Dentro de la línea de cascos abiertos es el que aporta mayor seguridad, porque cubre la nuca y las orejas.
- SEMI-JET: Algo más pequeño que el tipo JET. Deja desprotegida la parte superior de la nuca y la mandíbula.
- Los conocidos como QUITAMULTAS o CALIMERO: No protege la zona de la nuca, las orejas, ni la cara. En muchos casos carece de pantalla. No ofrecen protección.
- CASCOS PARA MOTOCROSS: Son cascos abiertos con morrera adelantada, diseñados para usarse en el campo y en condiciones extremas.
Una vez hayas elegido el tipo de casco que mejor se adapte a tus necesidades y te ofrezca un nivel de seguridad adecuado, debes comprobar que:
- Está homologado: La norma es la ECE/ONU R22, la única con validez en Europa, y la etiqueta de homologación, contienen toda la información necesaria sobre la homologación.
a) La “E” corresponde a Europa y el número, al país donde se ha realizado la homologación. A España le corresponde el número 9.
b) Es la revisión vigente de la norma europea que cumple. En España se acepta tanto la 04 como la 05 aunque esta última es la más completa ya que incluye la prueba de golpe maxilar.
c) Número con el que se ha homologado el casco.
d) Letra que identifica la seguridad del casco y el nivel de seguridad según sea el modelo. Así nos podremos encontrar P o Protectivos (la más alta) para los integrales y algunos modulares, N/P o No Protectivos para aquellos en los que no protege la mentonera como algunos modulares y J o Jet para aquellos modelos abiertos.
e) Número de serie con el que se puede trazar el recorrido completo del casco desde su fabricación. - La talla: El casco debe ajustarse a nuestra cabeza correctamente. Para saber nuestra talla mediremos el contorno de la cabeza por encima de las orejas, con esto conseguimos un número de partida. Las tallas van numeradas de forma similar a la ropa, desde la XS a la 2XL, y con un número al lado (por ejemplo 5657) correspondiente a los centímetros que hemos medido. Cada fabricante puede variar levemente estas talla.
Y recuerda que para circular el casco debe ir siempre abrochado. Si te lo pones pero no te lo abrochas, lo haces bien a medias. Y, si dispone de ella, con la visera bajada para evitar el impacto en los ojos o en la cara de algún insecto o cualquier otro elemento que pueda ser proyectado.
Desde Fundación MAPFRE te recordamos que es de vital importancia para tu seguridad que siempre, ya sea como conductor o pasajero, utilices el casco. Hazlo y nos ayudaras a conseguir el OBJETIVO CERO.