Anthony Hernandez, un fotógrafo improbable

Entra en el mundo subversivo y poético de este gran artista estadounidense

Entra en el mundo subversivo y poético de este gran artista estadounidense

Anthony Hernández
Discarded #50 [Descartes n.º 50], 2014
Cortesía del artista © Anthony Hernández

Inicio > Blog > Anthony Hernandez, un fotógrafo improbable

Arte

Nacido en Los Ángeles en 1947 e hijo de emigrantes mexicanos, Anthony Hernandez pasó su infancia en la calle. Mientras sus padres trabajaban, su madre en una planta de envasado de carne y su padre como maquinista, Anthony se divertía al salir del colegio jugando o explorando rincones cercanos de la ciudad junto a sus hermanos, primos y otros chicos del barrio. Para el fotógrafo norteamericano, convertirse en artista fue un regalo, una circunstancia improbable debido a sus orígenes.

En principio nada preveía su futuro como fotógrafo pero el hecho de recibir un manual de fotografía básico de manos de un amigo cambió su destino. Comenzó a realizar sus primeras fotografías y cuando fue destinado al servicio médico de Vietnam, su tía fomentó su interés enviándole al frente una suscripción a la revista Artforum. Desde entonces, y hasta hoy, nunca ha podido parar.

Sabía que quería ser artista desde antes de su reclutamiento y, cuando regresó a casa y empezó a recoger los pedazos, como él lo describe, la fotografía le ayudó a construirse una nueva vida. Le proporcionó tanto un medio para canalizar su sensibilidad visual innata como una forma de estar en el mundo que tuviera sentido y resultara productiva. En los primeros años tras su regreso, Anthony sintió que mientras pudiera fotografiar sobreviviría.

Hernandez desarrolló un particular estilo fotográfico adaptado a las peculiaridades de Los Ángeles, su ciudad natal, a su belleza desolada y sus crecientes extensiones de asfalto y cemento. Le atraían los patrones antes incluso de coger su primera cámara. Desde niño podía fijarse en el efecto de los rayos del sol reflejados sobre el asfalto, en la textura del barro y en los trozos de basura que se acumulaban entre las malas hierbas en los callejones. Ya de adulto y como fotógrafo, nunca ha buscado cosas convencionalmente hermosas, sino que ha encontrado poesía visual en zonas urbanas deprimidas y potencial estético en lo abandonado, en lo descartado.

A lo largo de su carrera, Hernandez se ha pasado con destreza del blanco y negro al color, de las cámaras de 35 mm a las de gran formato, y de la figura humana al paisaje y a la abstracción de los detalles, dando lugar a una obra inusualmente variada que permanece unida por su arrebatadora belleza formal y por un compromiso sutil con temas sociales contemporáneos.

Descubre al artista. Conoce su vida. Conoce su obra.