Fueron inicialmente tres, la Comunidad económica Europea (CEE), la Comunidad Europea del Carbón y del Acero (CECA) y la Comunidad Europea de la Energía Atómica (EURATOM), y existieron a la vez. Estas comunidades, cuya intención era incentivar la cooperación entre los países europeos, asolados por las dos guerras mundiales a principios del siglo xx, ayudaron a crear una fuerte unión económica entre sus países miembros. Todos los países miembros formaban parte de las tres, por lo que el Tratado de fusión (o Tratado de Bruselas) de 1965 crearía un único poder ejecutivo para las tres, y sería el embrión de la futura Unión Europea.