Con carácter general, sometimiento voluntario a los dictámenes de una norma o a la persona que ejerce autoridad. Compliance, en inglés, suele referirse al cumplimiento de las normas que regulan una actividad económica (seguros, banca, etc.), siendo extensivo a la normativa interna de cualquier organización. La función empresarial de compliance es organizar, coordinar y estructurar el adecuado cumplimiento con los controles que se están llevando a cabo en los aspectos normativos en los que dicha empresa opera y que, habitualmente, están dispersos en diferentes niveles de la organización. Su misión debe ser clara, explícita y orientada a proteger los intereses de su empresa frente a cualquier perjuicio que pudiera surgir del correcto cumplimiento de las normas establecidas (riesgo legal, normativo y reputacional), contribuyendo, de esta manera, a una gestión más eficiente de sus riesgos. Los departamentos de cumplimiento se ocupan del adecuado control sobre materias como la prevención y blanqueo de capitales, protección de datos de carácter personal, etc.