Política empresarial consistente en la asignación de responsabilidad de actuación y de resultados a determinados núcleos o sectores de organización, distintos de los servicios centrales; en general puede considerarse que el objetivo básico de una política descentralizadora radica en conseguir una mayor flexibilidad, rapidez y eficacia en la prestación de los servicios de la empresa, merced a una aproximación a las necesidades de las personas vinculadas a ella. Véase también centralización.