En el tráfico marítimo, esta expresión se utiliza en los petroleros que, para proteger los tanques de carga contra posibles daños, los rodean de una segunda chapa interna a una distancia suficiente de la chapa externa. Hay que tener en cuenta que en estos buques, el petróleo de los tanques de carga sólo está separado del agua de mar por una chapa de fondo (pantoque) y de costado. En caso de que la chapa resulte dañada a raíz de un abordaje o de una varada, el contenido de los tanques de carga corre el riesgo de verterse en el mar y de causar una contaminación grave. A raíz de la marea negra ocasionada por el naufragio del petrolero Erika en diciembre de 1999, se aprobó el Reglamento 417/2002 del Parlamento Europeo y del Consejo, de 18 de febrero de 2002, relativo a la introducción acelerada de normas en materia de doble casco o de diseño equivalente para petroleros de casco único.