Las que tienen que consignar las empresas que pretendan acudir a subastas, concursos o concursos-subastas para la adjudicación de contratos administrativos. Equivalen a un porcentaje del presupuesto total objeto del contrato, y existen dos clases: la provisional (para presentarse a la licitación) y la definitiva (para que al adjudicatario se le otorgue definitivamente la adjudicación del contrato).
Pueden garantizarse mediante aval bancario o seguro de caución (véase).