En el seguro del automóvil, se refiere a la franquicia que se aplica en caso de que un vehículo choque con otro. En síntesis, cubre los daños propios del vehículo asegurado en caso de colisión con otro automóvil o animal o cosa o persona, que esté identificado. No cubre, por ejemplo, los daños por roces con las columnas de un garaje.