Término que se utiliza para designar una economía cuando en esta existen escasas o nulas restricciones o controles gubernamentales a los intercambios entre individuos y empresas. Un sistema de libre mercado implica, por lo tanto, que las empresas actúan libremente, buscando maximizar sus beneficios, sin que la planificación estatal o los controles de precios les impidan tomar las decisiones que más les convienen. También significa que el consumidor es libre para escoger los bienes y servicios que ha de comprar, sin restricciones a su movilidad ni limitaciones jurídicas o políticas.
Las sociedades modernas desarrolladas se han acercado en diverso grado a un sistema de libre mercado, aun cuando en todas ellas existe una proporción más o menos considerable de intervención estatal. Esta se manifiesta especialmente en los mercados de trabajo ?donde se fijan salarios mínimos y otras condiciones que dificultan la movilidad de este factor?, en la excesiva carga impositiva y en la regulación de los mercados cambiarios y financieros.