Ganancia o utilidad dejada de percibir a consecuencia de un acontecimiento concreto (p.ej., un siniestro cubierto en la póliza). Se mide por la diferencia que se hubiera obtenido en caso de no haberse producido las circunstancias que lo han causado. Consiste en el daño negativo que se produce por el no aumento del patrimonio del acreedor a consecuencia de la ganancia que ha dejado de percibir por causa de la actuación de deudor. Véase daño emergente y enriquecimiento injusto.