Denominado también préstamo a riesgo marítimo, es aquel cuya garantía puede recaer en el casco del buque o sus aparejos, pertrechos o maquinaria, e incluso en la carga que transporta.
Su reembolso, tanto del principal como de sus intereses, se hace depender de la llegada a puerto de los efectos sobre los que se ha hecho o del valor obtenido por ellos en caso de siniestro.
Aún con diferencias esenciales, ofrece ciertas analogías con el seguro marítimo.
En la práctica, el préstamo a la gruesa está en desuso.