Junto con los seguros de personas y los seguros de daños o patrimoniales, es la tercera gran categoría en que pueden clasificarse los seguros, en la cual quedan incluidos aquellos ramos de la actividad aseguradora en los que la obligación del asegurador consiste en la prestación de un servicio al asegurado, más que el otorgamiento de una indemnización dineraria, o una reparación o reposición. Entre estos seguros se encuentran los de asistencia en viaje, asistencia sanitaria y defensa jurídica. Véase seguro de daños y seguro de personas.