Se refiere a cualquier daño o alteración en la estructura o función normal de los tejidos del cuerpo. Las lesiones pueden ocurrir debido a una variedad de causas, como accidentes, caídas, traumatismos, actividad deportiva, incendios, exposición a agentes químicos, entre otros. Las lesiones pueden afectar a diferentes partes del cuerpo y tener diferentes grados de gravedad.
Las lesiones se pueden clasificar de varias maneras, como estas más comunes:
- Lesiones físicas: incluyen daños a la piel, músculos, huesos, articulaciones, tendones y otros tejidos del cuerpo. Ejemplos comunes son cortes, quemaduras, contusiones, esguinces, fracturas, etc.
- Lesiones traumáticas: ocurren como resultado de un trauma, como un siniestro de tráfico, una caída o un golpe con un objeto contundente.
- Lesiones deportivas: relacionadas con actividades deportivas y físicas, pueden incluir esguinces, distensiones musculares o fracturas de huesos.
- Lesiones por sobrecarga: ocurren debido al uso repetitivo o excesivo de una parte del cuerpo, como en el caso del síndrome del túnel carpiano o lesiones por estrés repetitivo.
- Lesiones químicas o tóxicas: resultan de la exposición a sustancias químicas dañinas o tóxicas que pueden afectar a los distintos órganos o tejidos del cuerpo humano.
- Lesiones por quemaduras: producidas por la exposición al calor, productos químicos u otras fuentes, pueden clasificarse en quemaduras de primer, segundo y tercer grado.
- Lesiones por radiación: producidas por la exposición radiaciones, como en casos de radioterapia o accidentes nucleares.
La gravedad de una lesión puede variar desde leve hasta grave o potencialmente mortal. El tratamiento de las lesiones depende de su naturaleza y gravedad, y puede incluir medidas como primeros auxilios, medicamentos, terapia física, cirugía u otros tratamientos médicos.