En la industria de la automoción se utilizan simulaciones para el diseño, desarrollo y prueba de vehículos y sistemas relacionados. Una simulación implica la creación de modelos matemáticos y computacionales que representan de forma virtual el comportamiento de diversos aspectos de un vehículo o una carretera, tales como:
- Dinámica del vehículo, que incluye el comportamiento de la suspensión, la dirección, los neumáticos y otros componentes que afectan a la estabilidad y al manejo del vehículo.
- Evaluación de la seguridad de los vehículos mediante pruebas de impacto virtuales. Esto incluye la evaluación de la resistencia de la carrocería, la eficacia de los sistemas de seguridad pasiva y activa, y la reducción de lesiones.
- La optimización de motores, transmisiones y sistemas de gestión de energía, así como el diseño aerodinámico del vehículo, para mejorar la eficiencia del combustible y reducir las emisiones contaminantes.
- Formación de conductores y desarrollo y prueba de sistemas de conducción autónoma. Así se permite recrear situaciones de tráfico y evaluar la respuesta del conductor y del vehículo en condiciones controladas.
- Diseño de carreteras y gestión del tráfico, para evaluar la infraestructura vial y su funcionamiento en distintas condiciones (ambientales, obras, etc.).
Las simulaciones en automoción contribuyen significativamente a reducir costes y tiempos de desarrollo, al permitir pruebas virtuales exhaustivas antes de la fabricación de un vehículo o la apertura al tráfico de una nueva carretera.