La fotografía ha dejado de constituir una mera captura de imágenes. Los nuevos usos de la fotografía la convierten en un contrato civil que reúne al fotografiado, al que fotografía y al aparato. De este encuentro surgen nuevos derechos a los que la fotografía debe responder. De repente, restituir, reparar, repatriar y renombrar forman parte de las nuevas funciones de la fotografía, que se enfrenta a una deuda con su pasado y con ella misma. No hay duda de que esta es la época de la gran restitución respecto a la herencia colonial. Pero también es cierto que hay muy poco consenso respecto a cómo llevar a cabo esta reparación masiva. Restituciones propone diez casos de estudio en los que la víctima expropiada o abusada no se reduce a la condición humana, sino que también se contemplan víctimas que llamaríamos algo así como más que humanas.
Arte