Francisco Pradilla Ortiz (Villanueva de Gállego, Zaragoza, 1848 - Madrid, 1921) estudió en la Escuela de Bellas Artes de Zaragoza y empezó su trayectoria artística como ayudante del pintor escenógrafo Mariano Pescador. En 1873 obtuvo una de las primeras pensiones de la Academia Española de Bellas Artes de Roma. Especializado en la pintura de historia, algunas de sus obras más conocidas están dedicadas a Doña Juana la Loca, Alfonso I el Batallador o Alonso V el Magnánimo. En La rendición de Granada abordó un lienzo de gran formato, de amplias perspectivas panorámicas y multitud de personajes y motivos.

Residió en Roma hasta 1888, vinculado a la Academia Española de Bellas Artes, de la que llegó a ser director, y, en una segunda etapa, la más fecunda de su carrera, hasta 1897. En esta fecha fue nombrado director del Museo Nacional de Pintura y Escultura: el Museo del Prado. Tras una breve experiencia al frente de la mayor pinacoteca española, el 29 de julio de 1898 presentó la dimisión del cargo para dedicarse exclusivamente a la pintura.