Apoyacabezas, un elemento de seguridad también para las sillas infantiles

Analizamos su labor para proteger a los menores

Apoyacabezas. Un elemento de seguridad también para las sillas infantiles

Inicio > Blog > Apoyacabezas, un elemento de seguridad también para las sillas infantiles

Seguridad Vial

Dentro de los elementos de seguridad pasiva del coche, nos encontramos los cinturones de seguridad, los airbags y los apoyacabezas como los más destacados.

El apoyacabezas tiene su función en evitar que la cabeza se vaya para atrás con respecto a la línea que marca la columna y, por lo tanto, en evitar las lesiones provocadas por el temido latigazo cervical.

Incluso algunos vehículos de gama alta tienen la capacidad de adelantar la posición del apoyacabeza en caso de colisión, para así contactar con la cabeza bastante antes de alcanzar esa línea imaginaria que crean la cabeza con la columna y a partir de la cual empezarían las posibilidades de lesión. Por esa razón es muy importante que se sitúe a la altura correcta, que normalmente viene definida en el manual de usuario de cada vehículo en función de los sistemas activos o pasivos de protección que instale. 

Hay que tener en cuenta que en muchos coches los apoyacabezas interfieren en la instalación de sillas hasta los 105 cm y muchos padres pueden incurrir en el error de querer quitarlos. Si la silla de niños no llega al apoyacabezas, en caso de colisión trasera será el respaldo del coche el que retendrá la silla y, por lo tanto, al niño, pero en niños mayores cuya cabeza, por estatura, sobrepasa el respaldo del coche, esto no es así.

El apoyacabezas realiza una labor importante también cuando llevamos al niño en su silla, sobre todo en edades entre los 7 y los 12 años.

A partir de esa edad, la cabeza supera el respaldo del asiento y, por lo tanto, el apoyacabezas que protege la cabeza del menor también se sitúa por encima del respaldo. Si no tenemos colocado el apoyacabezas, pensando en que la silla de niños ya lleva su propio apoyacabezas, en caso de colisión posterior o en el rebote de una colisión frontal, el peso de la cabeza deformará el apoyacabezas de la silla de niños hacia atrás, pudiendo provocar la misma lesión de latigazo cervical que en un adulto. En este caso, lo más adecuado es no retirar el apoyacabezas del coche, ya que en ese movimiento hacia atrás, el cabezal de la silla de niños se encontrará con el apoyacabezas del coche, que evitará la deformación hacia atrás de la silla de niños.

También tenemos que pensar en colocarlo a una altura adecuada (que en general es aquella donde la altura de la cabeza y la altura del apoyacabezas coinciden) para que actúe de la manera que indicamos más arriba, y por lo tanto evitar la deformación de la silla de niños.

Este simple gesto, puede proteger al menor de una lesión y, por lo tanto, es algo a tener muy en cuenta cuando viajemos con menores.