La hora de oro

La hora de oro es la primera hora que transcurre después de un siniestro de tráfico con víctimas, tiempo durante el cual si un lesionado grave es atendido por los servicios de emergencia y trasladado al centro sanitario dentro de ese periodo, su esperanza de supervivencia aumenta drásticamente.

Un poco de historia: el concepto de “hora dorada” es mencionado por primera vez por el Doctor Adam Cowley, en 1960, cuando en una entrevista comentó:

“Hay una “hora dorada” entre la vida y la muerte. Si usted es lesionado gravemente, cuenta con menos de 60 minutos para sobrevivir. Tal vez no muera entonces, puede ser 3 días o 2 semanas después, pero algo ha pasado en su cuerpo que es irreparable. (Cowley, 1960)”

El propio Dr. Colwey, en 1968 negoció con el ejército de EEUU para que un helicóptero militar llevara a los lesionados en siniestros de tráfico a la unidad de trauma de su hospital. El modelo ideado por el Doctor Cowley ha servido como ejemplo para la evacuación de los lesionados en incidentes de tráfico hasta la actualidad.

Como nos enseñaban en la autoescuela, ante un siniestro de circulación hay un principio tridente básico, el PAS: Proteger, Alertar, Socorrer.

Ante un siniestro, lo primero que debemos hacer es asegurar el lugar del suceso, señalizándolo para que los demás conductores y usuarios de la vía lo vean y no haya mayores daños, ni incidentes secundarios. Cuando la zona esté protegida, y convenientemente señalizada, debemos llamar a los servicios de emergencia.

Llamaremos al 112, manteniendo la calma y hablando con claridad, proporcionando la siguiente información:

• Lugar exacto del suceso. Es importante ser lo más precisos posible.
• Explicar con claridad lo que ha sucedido.
• Número de víctimas y en qué condiciones están. Datos sobre si estas respiran, sangran, están conscientes o están atrapadas, permitirán a los servicios de emergencia enviar los recursos necesarios. Si hay personas atrapadas habrá que avisar a los bomberos, por lo que es muy importante esa información.

Además, nos preguntarán nuestro nombre y teléfono ya que es de vital importancia poder recuperar el contacto en caso de que la llamada se pierda. De esta manera podrán indicarnos cómo actuar hasta que lleguen los servicios de emergencia.

Mientras la ayuda llega, debemos seguir las indicaciones del 112, y no mover a las víctimas si no se encuentran en peligro.

Una vez aparezcan los servicios de emergencia, su prioridad será la siguiente:

• Acceder a las víctimas lo más rápido posible.
• Identificar las lesiones que ponen en riesgo su vida.
• Preparar y transportar a las víctimas a las instalaciones apropiadas más cercanas en el menor tiempo posible.

Gracias a las enseñanzas del doctor Cowley, se han salvado miles de vidas en siniestros de tráfico. Es nuestra responsabilidad poner nuestro granito de arena para que, en caso de encontrarnos ante un incidente, contribuyamos a asegurar que “la hora de oro” continúe salvando vidas.