La educación vial entra en las aulas

“Después de 30 años intentando introducir la seguridad vial en el currículo escolar, por fin, se ha conseguido con este Real Decreto. Se trata de una espléndida noticia para la sociedad en su conjunto”. Con estas palabras de Pere Navarro, director general de Tráfico, daba inicio el III Foro Compromiso por la Educación Vial, celebrado en Madrid con motivo de la entrada en vigor, el pasado 3 de marzo de 2022, del nuevo Real Decreto por el que se establecen la ordenación y las enseñanzas mínimas de la Educación Primaria.

Los expertos están de acuerdo en el hito histórico que supone esta nueva norma que permitirá desarrollar hábitos de movilidad activa, autónoma y saludable entre los menores, así como fomentar actitudes de respeto que incidan en la prevención de los siniestros de tráfico.

“Se ha dado un gran paso hacia el Objetivo Cero víctimas mortales y graves”, aseguraba Jesús Monclús, director de Prevención y Seguridad Vial de Fundación MAPFRE, para quien la nueva ley es un avance histórico en España.

Pero los expertos coinciden en que todavía queda mucho por hacer. Para Mar Cogollos, directora de AESLEME, es necesario regular también enseñanzas mínimas en Secundaria y Bachiller y que la educación vial esté presente con contenidos y en las asignaturas que corresponda a lo largo del currículo escolar (infantil, primaria, secundaria, bachiller y ciclos), incidiendo en la movilidad segura, sostenible y saludable, incluyendo la transmisión de valores cívicos y sociales y la implicación de padres y abuelos. Además, ve necesario establecer también en los planes de estudios universitarios, grados o postgrados, asignaturas relacionadas con la seguridad vial, la accesibilidad universal y la discapacidad, para conseguir profesores y profesionales expertos en estas materias y con cierta sensibilidad y empatía para afrontar su trabajo pensando en las personas.

Para Jesus Monclús, también debería promoverse la educación en movilidad segura, sana y sostenible de los trabajadores, contando para ello con apoyo por parte de los fondos de formación para el empleo y, así, luchar contra la siniestralidad vial, una de las principales causas de las lesiones mortales y graves en el entorno laboral.

Todos los participantes han destacado la importancia de introducir la seguridad vial en la escuela para poder cumplir los objetivos de la Agenda 2030 de Naciones Unidas y la Declaración de Estocolmo. Además, en la jornada se ha realizado un llamamiento conjunto a las comunidades autónomas y a los centros educativos para que impulsen y desarrollen estos contenidos en los planes de estudios y para que profesores, educadores sociales, asociaciones entre otros, realicen un esfuerzo especial por actualizar sus conocimientos en esta materia. 

Los expertos están de acuerdo en que sería importante que la Comisión Europea marcara unas líneas comunes que ayudarían a avanzar. Para Jesús Monclús, un “espacio común europeo de educación en movilidad segura” sería, sin duda, un gran paso y contribuiría a construir solidaridad y mejorar el tráfico a nivel europeo. 

AESLEME, FESVIAL, Fundación MAPFRE y la Universidad de Valencia impulsan este Foro desde el año 2017 con el objetivo de conseguir que la educación vial entre en las aulas y se trate como uno de los elementos fundamentales para generar conciencia social sobre la necesidad de acabar con las víctimas en las carreteras.