Ventajas y desventajas de circular por autopista, autovía o ciudad
Hablamos de vías completamente diferentes. Y lo cierto es que cada una tiene sus ventajas e inconvenientes. El contraste es tal que muchos vehículos no pueden circular por estas vías de alta capacidad. ¿Eres de los que optan por circular por autopista o autovía antes que realizar la mayor parte del camino por ciudad? Abordamos las principales cualidades y los inconvenientes de ambas vías.
¿Qué diferencia una autopista o autovía de una vía urbana? Para empezar, las primeras tienen más de una calzada, no son cruzadas ni cruzan a nivel otras vías de comunicación y, además, su velocidad máxima es superior al resto llegando a de 120 km/h. Por el contrario, el Reglamento General de Circulación define vía urbana como “toda vía pública situada dentro de poblado, excepto travesías”.
Según el ‘Estudio sobre Mayores de 65 años y Seguridad Vial’ (PDF, 17,5 MB), realizado por el Área de Prevención y Seguridad Vial de Fundación MAPFRE, el 50% de las personas encuestadas prefieren conducir por autopista o autovía, mientras que el 50% restante se reparte entre recorridos de carreteras comarcales, nacionales, por ciudad, por pueblos o urbanizaciones.
¿Es más seguro circular por autopista? Lo cierto es que tiene una serie de cualidades que podrían llevarnos a confirmar esta premisa. Por un lado, cuenta con más carriles, facilitando su circulación. Además, son de sentido único, suelen estar en mejor estado y bien señalizadas. Diferentes estudios vienen a confirmar que el riesgo de accidente es mucho menor en autopistas y autovías que, por ejemplo, en vías convencionales (las vías con mayor índice de siniestralidad vial en España).
Las autopistas tienen, además, una característica muy especial. El conocido como carril de aceleración. En ese momento es cuando el conductor debe acelerar y conseguir la velocidad adecuada para incorporarse a la vía sin peligro para él ni para el resto de usuarios. Hay que tener en cuenta que los vehículos que ya circulan por la autopista van a unas velocidades muy elevadas. El conductor debe de ser muy hábil para acelerar y poder comprobar que se puede incorporar sin entorpecer la marcha del resto y causar una incidencia.
En ciudad, nos encontramos con un factor muy favorable, la velocidad. Hablamos de velocidades máximas de 50 km/h, lo que nos permite poder reaccionar a tiempo ante imprevistos. Otro punto a favor es la iluminación y la cercanía de personas (por si necesitamos ayuda). ¿Entre las desventajas? La presencia de usuarios vulnerables como son peatones o ciclistas. Debemos tener especial cuidado en cruces, pasos de peatones, semáforos… Destacar también que podemos encontrarnos con vías de ambos sentidos, dificultando la circulación. En ciudad se suceden las aceleraciones, frenazos, retenciones… es cuando se producen los conocidos golpes de chapa, que afortunadamente, en muchos casos, son pequeños sustos.
Es importante cumplir con todas las normas de circulación y seguridad vial en ambas vías. En autopista, debemos respetar especialmente la distancia de seguridad. A 120 km/h es muy difícil evitar un impacto si no tenemos el espacio suficiente para reaccionar a tiempo y frenar nuestro vehículo. Recordamos que en las autopistas debemos circular por el carril de la derecha. El resto de carriles se utilizan para realizar adelantamientos, algo que no sucede en ciudad, donde el usuario puede utilizar el carril en su sentido que le sea más útil.