¿Debo obligar a mi hijo a comer de todo?

La palabra obligar no es la idónea a la hora de hablar de la alimentación más adecuada para los niños y para toda la familia. Desde pequeños debemos estimular a nuestros hijos para que prueben diferentes sabores, así ellos desarrollarán espontáneamente curiosidad por probar alimentos variados y se eliminará la pobre tendencia actual del menú infantil típico de restaurantes, en el que predomina la pasta, la hamburguesa o el pollo. Los países del área mediterránea tenemos la suerte de disponer de una gran variedad de alimentos de temporada como frutas y verduras, gran variedad de pescados, legumbres, cereales, frutos secos, así como el aceite de oliva y los productos autóctonos de cada región. El estilo de vida actual y hábitos alimentarios como el fast-food, desgraciadamente, están muy presentes a la hora de alimentarnos, por lo que cada vez es más difícil conseguir, por ejemplo, que los niños consuman verduras, hortalizas y frutas en lugar de hamburguesas, pizzas o productos de bollería.

Por otra parte, es importante considerar que el niño come lo que necesita, auto-regulando su ingesta de energía y nutrientes. De modo que, ante una disminución del apetito o un consumo de raciones de menor tamaño por parte del niño, no hay que forzar al niño a comer, ya que se puede promover el desinterés por algún alimento, o incrementar el consumo por encima de sus necesidades.

El apetito del niño es un indicador clave de sus necesidades calóricas. La estrategia de “acabar todo el plato” puede conducir a que el niño incremente la cantidad de alimento ingerido en una sola ocasión, siendo un paso hacia la petición de raciones mayores, con el riesgo que esto supone por su relación con la obesidad.

La familia es el factor que más influye  a la hora de estructurar los hábitos alimentarios de los niños. Aunque los niños tengan la capacidad de regular lo que comen, es necesario crear un entorno saludable en casa en relación a la alimentación y disponer de una gran variedad de alimentos saludables, para que toda la familia ponga en práctica buenos hábitos alimentarios.