¿Qué es el grooming y cuáles son sus fases?

El grooming es el conjunto de acciones que lleva a cabo un adulto para tratas de ganarse la confianza de un menor a través del engaño con el propósito de conseguir, desde imágenes o vídeos con contenido sexual o pornográfico, hasta la posibilidad de establecer contacto físico con dicho menor para abusar sexualmente de él.

El agresor suele actuar detrás de un perfil falso con una edad similar a la del menor y, para ganarse su confianza, comparte sus mismos gustos y aficiones, e incluso puede llegar a ofrecer regalos físicos o virtuales. Una vez conseguida una prueba sexual del menor (fotografía y/o vídeo) podrá usarla para chantajearle y conseguir todo lo que quiera de él.

Las maneras más habituales de contactar con las víctimas son: 

  1. A través de una solicitud de amistad en una red social. En este caso suelen ser acosadores oportunistas que navegan por las redes sociales, normalmente con perfiles falsos, en busca de niños y adolescentes.
  2. A través del chat de un videojuego. Muchos videojuegos tienen un chat para hablar con otros jugadores. En ocasiones los menores cometen el error de dar excesivos datos personales, como su edad, la zona en la que viven o incluso su número de teléfono.
  3. A través de la información personal que se ha proporcionado en la dirección de correo electrónico. Muchos jóvenes incluyen datos personales en su dirección, por ejemplo: laura12@hotmail.com. Es conveniente que se usen direcciones de correo de las que no se pueda extraer ningún dato personal, por ejemplo, dragonazul@hotmail.com.

¿Y cuáles son las fases del grooming?

Según la “Guía de actuación contra el ciberacoso” de IS4K las fases son:

  • Fase de inicio de amistad: toma de contacto con el menor para conocerle y crear una relación de amistad para ganar su confianza. Suele ser a través de una solicitud de amistad en una red social, en chats de videojuegos o en comunidades online. Toda la información que demos sobre nuestra identidad digital les facilita la tarea a los
  • Fase de inicio de la relación: consolidación de la confianza entre el menor y el abusador profundizando en información sobre la vida de la víctima y consiguiendo confesiones personales e íntimas.
  • Fase sexual: petición al menor de su participación en actos de naturaleza sexual, grabación de imágenes o fotografías.
  • Fase de ciberacoso: si el menor no accede a sus pretensiones sexuales, el ciberacosador le amenaza con difundir las imágenes de carácter sexual que haya conseguido a través de Internet a los contactos personales del menor.
  • Abuso y agresiones sexuales: ante las amenazas del ciberacosador, el menor accede a todas sus peticiones sexuales, llegando incluso a aceptar contactar físicamente con el groomer que abusará o intentará abusar sexualmente de él.

El grooming es un riesgo real y hay que preparar a los menores para que se protejan ante él. Según el informe “Violencia Viral” (2019), presentado por Save the Children, el 21,45% de las personas encuestadas reconoce haber sufrido grooming. La edad media en la que lo sufrieron está en torno a los 15 años, y quién más frecuentemente produce el abuso es una persona desconocida (49,18%).