Medicamentos antidepresivos y su influencia en la conducción

Dos tercios de los pacientes abandonan los medicamentos en el primer mes de tratamiento
En los últimos tiempos existe un creciente interés sobre los medicamentos utilizados para combatir la depresión y las alteraciones afines como la ansiedad, las fobias, los desórdenes obsesivo-compulsivos y los trastornos por pánico.

El inicio de la mejoría clínica en el tratamiento con medicamentos antidepresivos se produce, por lo general, a partir de la tercera semana de instaurar la dosis completa.

En el caso de que no se produzca mejoría en un plazo de 8 semanas, es necesario el tratamiento con la ayuda de profesionales de la salud mental.

Se sabe que dos tercios de los pacientes abandonan los medicamentos prescritos por su médico en el primer mes de tratamiento.

Antidepresivos tricíclicos (ADT)

Sus efectos secundarios son abundantes, pero pueden disminuirse si se administra una sola dosis por la noche.

A pesar de ello, puede manifestarse manía, retención urinaria, estreñimiento, hipotensión, cefalea, incoordinación, sudación, alteraciones de la acomodación ocular, taquicardia, arritmias ventriculares, somnolencia, insomnio, confusión, facilidad para las convulsiones, etc.

Estas reacciones adversas son más frecuentes al inicio del tratamiento, y están en relación con la dosis. La mayor parte de ellos ceden a las 2-3 semanas de iniciado el tratamiento.

La intoxicación con antidepresivos tricíclicos puede ser mortal como consecuencia de arritmias cardiacas, hipotensión severa o convulsiones.

Venlafaxina

Al inicio del tratamiento, se pueden presentar síntomas de ansiedad o nerviosismo, así como insomnio, náuseas, mareos y estreñimiento.

A dosis altas, elevan la presión diastólica, por lo que se recomienda vigilar estrechamente a estos pacientes tratados. Tiene pocas interacciones con otros medicamentos, por lo que se puede utilizar con otros fármacos y el alcohol.

El paciente debe saber que aunque la venlafaxina no interfiera con el alcohol, cuando vaya a conducir, no puede consumir bebidas alcohólicas, pues éstas sí interfieren con la conducción.

Antidepresivos tetracíclicos

Los principios activos son la nortriptilina, la maprotilina, la lofrepamina y la reboxetina.

En general, no se recomienda el uso de nortriptilina y maprotilina en los pacientes con enfermedad cardiovascular o epilepsia.

La lofrepamina tiene pocos efectos cardiotóxicos, anticolinérgicos y sedativos, pero puede producir hepatotoxicidad.

La reboxetina no es sedativa y no provoca lentitud psicomotora, pero puede inducir tanto retención urinaria como taquicardia. No interactúa con el alcohol, y presenta un impacto farmacológico mínimo sobre las funciones cognitiva y psicomotora.

Inhibidores de la mono-amino-oxidasa (IMAO)

Los efectos secundarios de los IMAO son numerosos, en especial de la moclobemida, destacando cefalea, insomnio, vértigo y temblor.

Sin embargo, tienen poca acción anticolinérgica, por lo que son mejor tolerados que los antidepresivos tricíclicos, y presentan menos efectos cardiovasculares que éstos.

Inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS)

La dosificación de los ISRS es más sencilla que la de los ADT. Los más utilizados son paroxetina, fluoxetina, citalopram, fluvoxamina y sertralina.

En caso de intoxicación, los ISRS son menos cardiotóxicos, con menos incidencia de trastornos visuales y mucho más seguros que los ADT. En general, tienen menos efecto sedante y anticolinérgico.

No obstante, tienen efectos secundarios que obligan a tener precaución e incluso, en algunos casos, a suspender el tratamiento.

Las reacciones adversas más frecuentes son temblor, parkinsonismo, cefalea, inquietud, dispepsia, diarrea, somnolencia diurna, insomnio, irritabilidad, náuseas, agitación y disfunción sexual.

Antidepresivos con acción sobre receptores serotoninérgicos

La trazodona es muy sedante, y sus efectos secundarios son sedación, hipotensión, náuseas y vómitos. No se debe utilizar en enfermedades cardiacas.

La nefazodona presenta menor incidencia de insomnio y alteraciones gastrointestinales que los ISRS, pero puede producir vértigo, cefalea y náuseas.

Antidepresivos con acción sobre los receptores alfa-adrenérgicos

La mianserina es muy sedante y con escasos efectos vegetativos. No afecta a la conducción cardiaca, pero puede causar somnolencia.

La mirtazapina es eficaz tanto en la depresión como en la ansiedad. Los efectos secundarios más frecuentes son gran somnolencia y mareos.

Litio

Las sales de litio se utilizan para el tratamiento y prevención de la psicosis maniaco depresiva, en la manía o en la depresión. Se producen efectos tóxicos si el litio en sangre es superior a 1,2 mEq/l.

El litio por su acción directa no produce sedación, ni de forma ordinaria alteración cognitiva; cuando ésta ocurre, a menudo se debe al hipotiroidismo inducido por el litio.

Los efectos colaterales benignos agudos del litio son temblor, náuseas, fasciculación, poliuria, diarrea y polidipsia.

Los efectos tóxicos del litio se manifiestan por cefalea persistente, temblor grosero, vómitos y confusión mental, que pueden progresar a estupor, convulsiones y arritmias cardiacas.

Consejos

  • Una vez establecido el contacto con el paciente depresivo, el médico debe citarle cada una o dos semanas para valorar su evolución y poder comentar sus sensaciones, recordándole que no puede conducir hasta que expresamente le sea permitido.
  • Por si hubiere que administrar al paciente fármacos antidepresivos, el médico debe conocer la opinión del paciente a este respecto.
  • El médico debe advertir al enfermo respecto a las reacciones adversas de los medicamentos, más notables en las primeras semanas de medicación, del riesgo de toxicidad y, por último, deberá exigirle el adecuado cumplimiento de la pauta.
  • El paciente no puede conducir, aunque anímicamente se encuentre mejor, hasta que el médico le informe que su medicación es efectiva, la dosis correcta y los efectos secundarios no limitan su capacidad al volante.
  • El enfermo no puede interrumpir el tratamiento antidepresivo de forma brusca, si nota algún inconveniente o reacción adversa, debe acudir inmediatamente a consulta, en este lapso de tiempo no debe conducir.
  • Es importante que los pacientes no hagan cambios en la dosificación. No se deben prescribir psicofármacos en los casos en que no se pueda asegurar un consumo correcto o se sospeche que el paciente los puede utilizar para suicidarse.
  • El seguimiento de los pacientes depresivos es fundamental para evitar su incapacidad al volante, tanto por la enfermedad, como por el tratamiento recomendado.