Degas, el proceso de la creación

14.OCT.2008           06.ENE.2009

La modernidad basada en valores compositivos clásicos

Edgar Degas
Danseuse, grande arabesque, troisième temps/Deuxième étude [Bailarina, grande arabesque, tercer tiempo/segundo estudio]
Museo de Arte de São Paulo

Exposición

 

14.OCT.2008         06.ENE.2009

Por primera vez, los más valiosos pasteles de Degas pertenecientes a la colección del Musée d´Orsay salieron del Museo para presentarse en Madrid. Estas obras, junto con esculturas y una serie de óleos y de exquisitos dibujos conservados en el Gabinete de Artes Gráficas del Musée du Louvre nos mostraron los procesos creativos de Degas.

Degas, el proceso de la creación supuso la primera exhibición monográfica realizada en España sobre la obra de Degas, uno de los grandes artistas de la modernidad.

La exposición, realizada con la colaboración excepcional del Musée d´Orsay de París y del MASP Museo de Arte de São Paulo “Assis Chateaubriand”, presentó la colección completa de las 73 esculturas de Degas, procedentes del MASP (una de las tres instituciones en el mundo que conserva una colección completa). Junto a ellos se expusieron 6 óleos, 13 pasteles, 14 dibujos, 13 grabados y 3 fotografías pertenecientes a las colecciones del Musée d´Orsay, del Musée du Louvre, de la Bibliothèque Nationale de France, de la Philips Collection de Washington y de la Kunsthalle de Hamburgo, entre otras.

La exposición

Degas quería hacer un arte más verdadero, un arte que fuera capaz de transmitir en imágenes la realidad dinámica y en constante transformación que le había tocado vivir. Para lograrlo, el artista francés utilizó un proceso de creación que construía la modernidad partiendo de valores compositivos clásicos, como el dibujo, la línea y la perspectiva.

Para el artista, dibujar era un modo de pensar, de modelar. El proceso de dibujar insistentemente el cuerpo humano, inquiriendo en su forma y su expresión, hizo nacer en Degas la necesidad de hacer escultura. Y a partir de ese momento, Degas modelaba insistentemente en cera pequeñas figurillas que, siempre frágiles, podía retocar.

Para el artista francés, la escultura no fue más que el medio para poder mirar mejor la realidad y avanzar en la creación de sus cuadros y pasteles, un proceso que le permitía apropiarse de los personajes, situarlos abajo o arriba, y mirarlos desde lugares imposibles en la realidad. Sus piezas escultóricas son elementos de estudio, pero también obras en sí mismas que completan nuestra mirada sobre su trabajo.

Los procedimientos compositivos de Degas transmiten una fuerte sensación de espontaneidad. Sus bailarinas o sus caballos se mueven, y esa impresión no da la sensación de proceder de una elaboración previa. Buena parte de la genialidad de Degas consiste en mostrar en un solo gesto, en un solo instante, lo que acaba de ocurrir, lo que está ocurriendo y lo que ocurrirá justo después.

La exposición analizó como la mirada de Degas fue un asunto central de su obra. El artista francés quiso retratar lo que normalmente no se ve, lo que se pierde en la sucesión de movimientos, en la cadena del tiempo.

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