Fundación Lukas

La convivencia como terapia para la integración

Proyecto vigente

Anne Marie es una persona concienciada y comprometida con los demás. Ese es su superpoder.

Un día descubrió que tenía que hacer algo para ayudar a las personas con discapacidad múltiple severa. Y lo hizo. Con la complicidad de un grupo de amigas, empezó a imaginar espacios de ocio adaptados. De ahí surgieron los Parques de Integración de Madrid y Alicante, después de construirlos decidieron crear la fundación en 2009, un centro de terapias de todo tipo (sensorial, hidroterapias, fisioterapias, terapias con perros, etc.). Más tarde, fijándose en algunos modelos de su Holanda natal, puso en marcha la vivienda tutelada asistida en la que hoy viven seis personas con discapacidad múltiple severa.

“Actuar sobre la realidad, y cambiarla, aunque sea un poquito, es la única manera de probar que es transformable”

Ignacio, que vive con su madre en Madrid, pasó en la casa Lukas seis meses que fueron claves para su progreso.

Ignacio, que vive con su madre en Madrid, pasó en la casa Lukas seis meses que fueron claves para su progreso.
©Leafhopper Project

Esta casa se ha convertido en un proyecto pionero en España que demuestra que personas adultas con discapacidad múltiple severa pueden vivir juntos en una vivienda tutelada asistida. 9 personas trabajan para que todo funcione. Y todos lo hacen con una sonrisa. En la casa todo es amplio: habitaciones, pasillos, y los cuartos de baño que se comparten por cada dos habitaciones. Allí, con la ayuda de camillas adaptadas, y con arneses, los cuidadores dan apoyo a todos sus habitantes.

“Los primeros colaboradores son los padres – dice Anne Marie -. Sin su ayuda, esto es imposible. Se implican en el cuidado y la adaptación de sus hijos. El personal es la otra pieza”

Obdulia es un ejemplo de estos padres entregados. Visita casi todos los días a su hijo Arturo en el hogar de la Fundación Lukas, en San Juan de Alicante. Y es que no se trata de una residencia, sino de un hogar. Además de Arturo, aquí viven Astrid, Irene y hasta un total de seis personas, pero hay espacio para una más, que puede experimentar la casa de manera temporal, como lo hizo Ignacio, un chico de Madrid que, en los seis meses que pasó por la casa, mejoró de forma espectacular.

Ismael, de 19 años, en una sesión de hidroterapia que ha demostrado tener efectos muy positivos.
©Leafhopper Project

Ismael, de 19 años, en una sesión de hidroterapia que ha demostrado tener efectos muy positivos.
Este modelo demuestra que adultos con discapacidad múltiple severa pueden vivir juntos en una casa tutelada.

Este modelo demuestra que adultos con discapacidad múltiple severa pueden vivir juntos en una casa tutelada.
©Leafhopper Project

En esta casa la risa es contagiosa. Irene se ríe todo el tiempo, incluso en sus sesiones de rehabilitación.

En esta casa la risa es contagiosa. Irene se ríe todo el tiempo, incluso en sus sesiones de rehabilitación.
©Leafhopper Project

"Si por lo menos se empieza a sustituir la costumbre de no mirar, por la de mirar y atender, ya se cambia algo”.

“Si por lo menos se empieza a sustituir la costumbre de no mirar, por la de mirar y atender, ya se cambia algo”.
©Leafhopper Project

En 2014, la fundación inauguró un centro de terapias. Y en el año 2018 se llegó a dar terapia a 1.400 personas con discapacidad de diverso tipo. Los habitantes de la casa van a su centro de día por la mañana, y por la tarde, los seis compañeros de piso vuelven a su hogar.

A Anne Marie le gustaría que el proyecto se replicara, que vinieran de otras comunidades autónomas a estudiarlo. “Porque sabemos que funciona. Que mejora sin duda la calidad de la vida de las personas con discapacidad múltiple severa. Porque viven junto a nosotros, y son parte de nosotros. Y que se dé a conocer. El resto depende de la voluntad política y de sumar esfuerzos. A nosotros apenas nos queda tiempo y recursos para más” afirma.

En el centro FLK, Arturo, Irene, Astrid, Adrián, Braulio e Ismael, seis personas con discapacidad múltiple severa viven entre nosotros, cerca, para que los veamos, para que convivamos con ellos. Los habitantes de esta vivienda tutelada asistida pueden ser nuestros vecinos de arriba. Conócelos. Solo con eso, ya habremos dado un millón de pasos adelante en su integración.

También te puede interesar

Mejorando la vida de los más vulnerables
Ayudemos a quienes ayudan
Contribuye a mejorar la vida de las familias que más lo necesitan