El uso del reductor en un portabebés o silla de niños

Razones que convierten este cojín en un elemento de seguridad

El uso del reductor en un portabebés o silla de niños

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Seguridad Vial

Llamamos reductor al cojín que se utiliza en los portabebés y sillas convertibles para reducir el espacio interior de la silla cuando se utiliza el producto con un bebe neonato. Esa reducción necesaria la debemos hacer por tres razones principales:

En primer lugar, la reducción del espacio interior nos permite adaptar el espacio interno de la silla de niños al tamaño del bebé. Hay que tener en cuenta que un portabebés es una silla dimensionada para que quepa un bebé de alrededor de 18 meses y, por lo tanto, un neonato no tendrá el soporte lateral adecuado sin ese cojín reductor. Si es una silla convertible desde los 40 centímetros de altura del menor hasta los 105, el espacio interior es mucho mayor y el reductor deberá también ser más abultado para poder reducir ese espacio.

En segundo lugar, el reductor es un elemento de seguridad primordial en caso de colisión lateral. La contención del hombro, la pelvis y, sobre todo, de la cabeza del bebé en caso de impacto lateral es muy importante, tanto que sin ese reductor las sillas de niños no serían capaces de cumplir los requerimientos del Reglamento 129.

La tercera razón es la ergonomía y el confort del bebé. Los reductores actuales están diseñados para favorecer su correcta posición en la silla de niños, evitando posturas encorvadas que dificulten la respiración y aumentando un ángulo de reclinación para el correcto reposo del bebé.

Estos tres factores hacen que el reductor de la silla de niños haya pasado de ser simplemente un cojín que reducía el espacio interior en el Reglamento 44, a un elemento de seguridad importante.

¿Hasta cuándo debemos usar los reductores?

Cada fabricante declara la altura en los que se debe usar el reductor. Sin superar los límites marcados por los fabricantes, el reductor se debe usar el mayor tiempo posible, ya que al ser un elemento que reduce el espacio interior, reduce la aceleración del menor en caso de colisión y eso disminuye las posibles lesiones que pudieran aparecer. Si el bebé no ha llegado a la altura máxima declarada para su uso por el fabricante, deberemos dejar de usarlo cuando el bebé no quepa físicamente en su silla con el reductor, eso sí, recordando que no debemos poner al bebé con abrigo ni ropas gruesas en la silla de niños o portabebés.