Encuentros con la historia de la Fotografía III. El siglo XX (1): La moderna belleza del mundo

Una nueva forma de entender y hacer fotografía

Una nueva forma de entender y hacer fotografía

Albert Renger-Patzsch
Hormas en la fábrica Fagus, Alfeld [Schuhleisten im Faguswerk Alfeld], 1928
© Albert Renger-Patzsch / Archiv Ann und Jürgen Wilde, Zülpich / VEGAP, Madrid, 2020

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Bajo el propósito general que anima estos Encuentros –presentar las renovadoras interpretaciones que en los últimos años ha experimentado la historia de la fotografía–, esta tercera cita, que tuvo lugar en octubre de 2013, abre la exploración de la fotografía del siglo xx, cuya evolución se presentó a través del análisis de otros tantos fotógrafos que con la intensidad, la variedad, la profundidad y la originalidad de su obra expresan cabalmente los diversos caminos que siguió la fotografía artística a lo largo del pasado siglo.

En 1913, Alfred Stieglitz aconsejaba a los futuros fotógrafos que no se avergonzaran de hacer que las fotografías pareciesen fotografías. La imitación de los modelos pictóricos, que había recibido los mayores elogios, pasó en poco tiempo a recibir el desprecio más absoluto. Strand, Stieglitz o Weston se alejaron del invernadero estético del movimiento “Photo-Secession” y crearon el primer estilo americano claramente diferenciado, con la confianza de que estaban desarrollando un arte propio. Esta estética radicalmente nueva, “directa”, aceptaba y celebraba las cualidades fotográficas que hasta entonces sólo se consideraban apropiadas para las imágenes utilitarias.

También en Europa se estaba llegando, por otras vías, a un nuevo y formal realismo, a una “nueva objetividad” que, en un esfuerzo por eliminar esa especie de expresividad romántica anterior, hacía uso igualmente de una rigurosa geometría y unos encuadres radicales. Bastaba –afirmaban– con mirar la moderna belleza del mundo: Atget, Renger-Patzsch o Sander, como sus contemporáneos americanos, contribuyeron así decisivamente a la maduración de la fotografía como medio de expresión y, sin poder imaginarlo, estaban creando una obra que en sus respectivos campos influiría en generaciones de artistas hasta la actualidad.

De estos singulares cambios en la forma de entender y hacer fotografía, sobre los que durante mucho tiempo se afirmará el canon contemporáneo de la disciplina, se ocupó esta tercera cita de los Encuentros que, como el ciclo en su conjunto, fue coordinada por Carlos Gollonet, Conservador Jefe de fotografía de Fundación MAPFRE, y contó con la presencia de renombrados historiadores de la fotografía, conservadores, comisarios y fotógrafos de todo el mundo, muchos de ellos protagonistas de la renovación historiográfica de la que estos Encuentros pretenden dar testimonio.