Obesidad mórbida y conducción de vehículos

La Obesidad influye en la conducción por la posición y por las enfermedades asociadas

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No es extraño leer la noticia de que la marca de vehículos BMW está estudiando la influencia de la obesidad en la conducción. Ante una sociedad con sobrepeso los fabricantes de automóviles no quieren quedarse atrás y prefieren que sus vehículos se adapten ante esta nueva situación.

Algunos fabricantes ya integran dispositivos que, al acceder al habitáculo, automáticamente repliegan el asiento y el eje de la dirección para facilitar su acceso, y una vez alojados en el interior vuelven a su posición habitual. Para BMW sistemas como las videocámaras traseras de aparcamiento deberían ayudar a hacer los automóviles más accesibles para personas con sobrepeso.

Está claro que la obesidad influye doblemente sobre la conducción; por un lado incide sobre la posición ergonómica para conducir, debido al cúmulo de grasa en tronco, en la utilización de los mandos, de los sistemas de seguridad, etc. Por otro lado la obesidad genera a corto plazo otras patologías, por ejemplo, la diabetes, los trastornos cardiovasculares, la hipertensión…., que influyen también en el riesgo vial.

Para la Dirección General de Tráfico (DGT), si un conductor profesional supera el 40% su Índice de Grasa Corporal (IMC), se considera obesidad mórbida y deberá plantearse el abandono de la conducción profesional.

Será siempre el médico facultativo el que determinará si la persona está facultada para conducir, o no, pero siempre se valorarán las patologías asociadas como factores de riesgo vial.

Los consejos que nos da la DGT para el conductor con obesidad son:

  • Si por obesidad conduce muy cerca del volante (menos de 30 cm) consulte con un especialista la conveniencia de desactivar el airbag.
  • Debe de conducir un vehículo con asientos amplios y con posibilidad de adaptación ergonómica a su físico.
  • Si es usted un conductor profesional consulte a su médico las patologías asociadas a su obesidad: apnea del sueño, problemas respiratorios, problemas circulatorios.
  • Al mismo tiempo, todos los conductores profesionales deberán vigilar sus horarios de trabajo en relación con sus hábitos alimenticios (horario de comidas, distribución en cantidad y calidad de alimentos, etc). Deberán siempre tratar de reducir su masa corporal y evitar los efectos asociados a la misma: dificultad respiratoria, somnolencia, etc.
  • Como siempre, no consuma bebidas alcohólicas si va a conducir.
  • Siga siempre las indicaciones de su médico o farmacéutico sobre dietas y medicamentos.
  • Tenga en consideración los efectos secundarios de su medicación, evitando conducir durante los primeros días del tratamiento y durante los cambios en las dosis.
  • Si se encuentra en situación de baja laboral y es usted conductor profesional o su trabajo requiere conducir, debe de conocer si incurre en alguna irregularidad legal al conducir en situación de baja laboral.