Cultura en movimiento

Nuestras exposiciones, los artistas, descubrimientos… y más

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Un espacio desde el que volver a nuestras exposiciones guiados por las propuestas que críticos, historiadores del arte y la fotografía, comisarios, escritores, etc. nos aportan desde sus colaboraciones en nuestro newsletter.

Y, sobre todo, un espacio que es también un índice (al fin y al cabo, una sucesión de indicios) con el que, desde esas propuestas, acercarnos a otras obras, a otros artistas y experiencias con las que enriquecernos.

Las actividades que organizamos alrededor de nuestro programa expositivo, las exposiciones en otras salas de España y el extranjero, el valor de nuestras colecciones de dibujo y fotografía y otras noticias culturales formarán también parte regular de esta sección.

Bienvenidos. Bienvenidas.

70 exposiciones

Un objeto intranscendente

Ilse Bing
La distinguida Daisy Fellowes, guantes de Dent en Londres para Harper’s Bazaar [The Honorable Daisy Fellowes, Gloves by Dent in London for Harper's Bazaar], 1933
International Center of Photography, Nueva York, donación de Ilse Bing, 1991
© Estate of Ilse Bing

Un objeto intranscendente

Una imagen de un objeto aparentemente intrascendente, casi una naturaleza muerta, como pueden ser, en este caso, unos guantes que Ilse Bing inmortalizó unidos al nombre de Daisy Fellowes, (dotándolos así de un relato posible), se convierten, por obra del azar, en otro relato imprevisto y misterioso, el que nos descubre Àurea Perelló en un juego de espejos con nuevos personajes y nuevos escenarios posibles a partir de una imagen casi idéntica.

Misterio y percepción

Anastasia Samoylova
Peeling Poster, Los Angeles, 2022 / Cartel despegado, Los Ángeles, 2022
© Anastasia Samoylova

Misterio y percepción

Una fotografía siempre nos lleva a algún lugar de nuestro pensamiento. En este caso, el Cartel despegado de Anastasia Samoylova le hace reflexionar a Xita Rubert sobre ese «intervalo que no es ni vida ni muerte, sino despegamiento intermedio, cuerpo desconchándose…», «el principio de la decadencia». Y también algo más, «el misterio de la percepción», mirar una imagen e incorporarla a nuestro imaginario. Y la necesidad del mirar y el deseo de la propia imagen de ser descifrada…

Amanecer en La Paz, ya sin memoria

Facundo de Zuviría
La Paz, Buenos Aires, 1986
Colección Leticia y Stanislas Poniatowski
© Facundo de Zuviría

Amanecer en La Paz, ya sin memoria

«¿Y qué podría ser La Paz sino este lugar de aspecto hogareño invitándonos a habitar sus entrañas? Dan ganas de adentrarse en ese refugio noctámbulo envuelto en luz tenue donde se puede leer, fumar, hablar, pensar o, simplemente, estar», escribe Eloísa Otero sobre este café de Buenos Aires, en el que se cruzan vidas y se encuentran pasos. A través de esos cristales apacibles de un café y de quienes se sentaron, en algún momento, al otro lado, en sus mesas, puede leerse la historia argentina de las últimas décadas.

El lavadero y las lavanderías

Facundo de Zuviría
Lavadero en Manantiales, Uruguay, ca. 1991.
Colección Nathalie et Nicolas Motelay.
© Facundo de Zuviría

El lavadero y las lavanderías

Esta imagen de Zuviría le lleva a la escritora Aloma Rodríguez a revisitar sus recuerdos: el lavadero rural de su infancia, las lavanderías de los estudiantes erasmus y los iconos cinematográficos en los que este espacio se torna casi simbólico: Cosas que nunca te dije, de Isabel Coixet o Mi hermosa lavandería, de Hanif Kureishi. Toda una poética de cómo en la escritura (y en una sola imagen) se mezclan lo vivido y lo soñado, con ese tono azul de la memoria.

Santuario de furias

Leonora Carrington
Sanctuary of Furies (Santuario de Furias), 1974
Colección particular. Cortesía ARTVIA
© Estate of Leonora Carrington / VEGAP, Madrid, 2023 Photo © David Stjernholm / @david_stjernholm

Santuario de furias

Roberta Quance toma como punto de partida la mitología griega y sus figuras femeninas fúnebres para interpretar este enigmático Santuario de Leonora Carrington. Se trata de un espacio pagano, un universo, el de Carrington, lleno de misteriosos símbolos y jeroglíficos, donde las Furias, «antiguas diosas ctónicas, del seno de la Tierra, llamadas a defender un arcaico régimen de justicia», parecen disponer «los trofeos de un viejo poder» emanado de las profundidades.

Mágicas cocineras

Leonora Carrington
The House Opposite (La casa de enfrente), 1945
West Dean College of Arts and Conservation
© Estate of Leonora Carrington / VEGAP, Madrid, 2023

Mágicas cocineras

Tres amigas surrealistas unidas en el exilio mexicano y en la complicidad creativa: Leonora Carrington, Remedios Varo y Kati Horna. «Hechiceras hechizadas, gemelas psíquicas, transeúntes inspiradas e imaginativas por las calles de una Ciudad de México intrincada y misteriosa». Cristina Oñoro cree verlas en este cuadro, en el que se une «lo doméstico con lo sobrenatural, lo familiar y lo extraño» y evoca esa atmósfera en la que Carrington muestra «el poder creativo de las mujeres y de su capacidad para subvertir los estrechos límites del espacio doméstico».

El unicornio, la máscara y el trébol verde

Leonora Carrington
Down Below (Abajo), 1940.
Colección particular Mia Kim
© Estate of Leonora Carrington / VEGAP, Madrid, 2023

El unicornio, la máscara y el trébol verde

En este cuadro, Down Below (Abajo), que Leonora Carrington pintó durante su internamiento en un psiquiátrico de Santander, Rocío de la Villa encuentra las que serán algunas de las claves esenciales de su lenguaje pictórico como «exorcismo catártico», su redención a través de la «recuperación de las imágenes-recuerdos del inconsciente». Un mundo onírico en el confluyen sus obsesiones, y dialogan con otros referentes culturales como Virginia Woolf, Lewis Carroll, De Chirico o Sigmun Freud.

Una resta

Facundo de Zuviría
Tabaré, Bartolomé Mitre al 1500, Buenos Aires, 1985
Colección privada, París
© Facundo de Zuviría

Una resta

Analizar, diseccionar una imagen, enfocar los detalles para ver lo que no vemos a simple vista, para descubrir que «lo que parecía una tranquila foto costumbrista resulta ser un ajuste, una resta, que pone en cuestión, si queremos verlo, la misma visión típica y conformista que creímos ver». Javier Codesal nos muestra nuevos senderos de interpretación, orientando nuestra mirada hacia lo que se esconde más allá de lo evidente, «el resto que queda sin resolver», abierto a otros significados posibles.

Hush our silence

Carrie Mae Weems
De la serie Aparatos de escucha, 2013-2014
© Cortesía de la artista y la Jack Shainman Gallery, Nueva York

Hush our silence

«La belleza y el dolor de lo inservible. La corneta de un gramófono asentada en un pedestal de museo con placa informativa de número y serie, y expuesta como obra de arte. Una parte sin el todo, desprovista de diafragma, de manivela, de plato giratorio, de aguja, de cilindro. Un bello objeto inútil y doloroso como dolorosos e inútiles son los intentos de rescatar una comunicación extinguida». Así comienza este texto de Sònia Moll para acercarnos a la poética que contiene la obra de Carrie Mae Weems.

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