Cultura en movimiento

Nuestras exposiciones, los artistas, descubrimientos… y más

Nuestras exposiciones, los artistas, descubrimientos... y más

Un espacio desde el que volver a nuestras exposiciones de la mano de lo que destacados protagonistas de nuestra vida cultural (artistas, fotógrafos, críticos, historiadores del arte y la fotografía, comisarios, escritores, etc.) nos aportan con sus reflexiones en torno a algunas de las obras que forman parte de nuestras exposiciones.

Un espacio que es también un índice (al fin y al cabo, una sucesión de indicios) con el que, desde esas propuestas, acercarnos a otras obras, a otros artistas y experiencias con las que enriquecernos.

72 exposiciones

Una resta

Facundo de Zuviría
Tabaré, Bartolomé Mitre al 1500, Buenos Aires, 1985
Colección privada, París
© Facundo de Zuviría

Una resta

Analizar, diseccionar una imagen, enfocar los detalles para ver lo que no vemos a simple vista, para descubrir que «lo que parecía una tranquila foto costumbrista resulta ser un ajuste, una resta, que pone en cuestión, si queremos verlo, la misma visión típica y conformista que creímos ver». Javier Codesal nos muestra nuevos senderos de interpretación, orientando nuestra mirada hacia lo que se esconde más allá de lo evidente, «el resto que queda sin resolver», abierto a otros significados posibles.

Hush our silence

Carrie Mae Weems
De la serie Aparatos de escucha, 2013-2014
© Cortesía de la artista y la Jack Shainman Gallery, Nueva York

Hush our silence

«La belleza y el dolor de lo inservible. La corneta de un gramófono asentada en un pedestal de museo con placa informativa de número y serie, y expuesta como obra de arte. Una parte sin el todo, desprovista de diafragma, de manivela, de plato giratorio, de aguja, de cilindro. Un bello objeto inútil y doloroso como dolorosos e inútiles son los intentos de rescatar una comunicación extinguida». Así comienza este texto de Sònia Moll para acercarnos a la poética que contiene la obra de Carrie Mae Weems.

La música pintada del intérprete de los metales

Julio González
El beso I, 1930
Staatsgalerie Stuttgart, préstamo de los Amigos de la Staatsgalerie Stuttgart, 1991 e.V. GVLP 1702
Foto © 2022, Photo Sacala, Florence/bpk, Bildagentur fuer Kunst, Kultur und Geschichte, Berlin

La música pintada del intérprete de los metales

«La escultura contemporánea echa a andar cuando Julio González desaloja de sí un nuevo idioma para el arte. Un trabajo que empieza en el papel, en el dibujo, hasta desintegrarse en la atmósfera con la voluntad decisiva de hacer asombro de lo imprevisto, de la línea seca forma nueva, de la acumulación un desafío al que nadie se había atrevido antes fuera de la artesanía», escribe Antonio Lucas en este texto sobre una de las obras más significativas del artista: El beso I, «un beso de perfecta aleación entre los amantes», de «vacío transformado en ceremonia».

Tres dimensiones en una

Pablo Picasso
Pintor con paleta y caballete, [París], 1928
Musée National Picasso-Paris. Dación Pablo Picasso, 1979 MP104
© Sucesión Pablo Picasso. VEGAP, Madrid, 2022
Foto © RMN-Grand Palais (Musée national Picasso-Paris) / Adrien Didierjean

Tres dimensiones en una

«Un pintor siempre viene y regresa a la pintura, como un escritor a la literatura y un cineasta al cine» escribe Fernando R. Lafuente al referirse a la obra Pintor con paleta y caballete de Pablo Picasso. A su juicio «Picasso conoce la tradición; solo innova el que domina lo anterior». En esa simultaneidad cubista el artista atrapa tres dimensiones en una: el pintor, la herramienta de trabajo y el asiento de la creación. «Siempre se regresa a la tradición, aunque el secreto de tal regreso permanezca enmascarado en un alarde de innovación».

Un muslo de pollo es un arma

Carrie Mae Weems
Mujer negra con pollo, de la serie No es broma. 1987-1988
© Cortesía de la artista y la Jack Shainman Gallery, Nueva York

Un muslo de pollo es un arma

Una fotografía aparentemente amable y serena que encierra otras lecturas en el uso metafórico, irónico y comprometido que Carrie Mae Wems hace de su atmósfera creativa. Jordi Puntí interpreta esta fotografía de la autora desde la mirada inquisitiva de la protagonista de la imagen: «Toda la obra de Carrie Mae Weems —fotos, vídeos, performances— gira en torno a la identidad y la violencia sufrida por la comunidad afroamericana en Estados Unidos, por lo que nunca caduca. Su lucha se renueva por el empeño del racismo latente».

Yo es otra

Ilse Bing
Autorretrato con Leica [Self-portrait with Leica], 1931
Colección de Michael Mattis y Judith Hochberg, Nueva York
© Estate of Ilse Bing. Photograph: Jeffrey Sturges

Yo es otra

Muchas fotógrafas de comienzos del siglo XX utilizaron el autorretrato fotográfico como «un ejercicio que era a la vez vanguardia y autoafirmación». A juicio de María Santoyo, en El autorretrato con Leica, Ilse Bing, «juega a ser su doble, a ser otra tal vez. Es una mujer simultánea. Son dos mujeres. Es una mujer con su cámara. En realidad, es el autorretrato de una cámara». Un juego de espejos y de miradas en el que «nada es lo que parece».

La mujer enigmática

Pablo Picasso
Mujer en el jardín, París, primavera de 1930
© Sucesión Pablo Picasso. VEGAP, Madrid, 2022
Foto © RMN-Grand Palais (Musée national Picasso-Paris) / Adrien Didierjean / Mathieu Rabeau

La mujer enigmática

La mujer en el jardín, de Pablo Picasso, como encrucijada, un cruce de caminos en los que confluyen Pablo Picasso y Julio González; encuentro que genera una explosión creativa y un nuevo lenguaje en las artes. María Sheila Cremaschi se pregunta por la identidad de esa mujer que «revolucionó la escultura del siglo XX». Y en las confluencias creativas de esta «mujer enigmática y triste» encuentra «puro arte, pero también literatura».

“La reina de la Leica” mira a la cámara

Ilse Bing
Autorretrato [Self-portrait], 1934
Galerie Karsten Greve, Saint Moritz / París / Colonia
© Estate of Ilse Bing

“La reina de la Leica” mira a la cámara

Emmanuelle Sougez nombró a Ilse Bing «la reina de la Leica», esa cámara de la que no se separó en toda su vida. «Esta cámara de formato pequeño –nos cuenta Tate Diez– le permitió adaptarse tanto a su carrera de fotoperiodista como a la singularidad de las nuevas vanguardias, […]. Tampoco dejó de lado sus preocupaciones sobre los contextos sociales y son numerosas sus imágenes de los barrios más pobres del París de los años treinta». En sus autorretratos nos hace también tomar conciencia de su existencia como fotógrafa, como la de tantas otras artistas de comienzos del siglo XX que empiezan a rescatar ahora el lugar que les corresponde en la historia del arte.

La vida de las personas importa

Isidre Nonell
Dos gitanas, 1906
Colección El Conventet, Barcelona

La vida de las personas importa

Ante la imagen de Isidre Nonell, Dos gitanas (1906), Margarita Hernando de Larramendi evoca al pintor comprometido con los desheredados de la fortuna, el que lejos ya de sus comienzos parisinos, se vuelca en mostrar el sufrimiento del ser humano: «El autor no trata de lucirse, de ennoblecer la vida del espectador con una imagen bella, ni de adornar sus paredes o procurarle placer. No se dirige a un posible cliente, a un comprador; pinta para reflejar la existencia de estas mujeres, para ennoblecerlas, para reivindicar la dignidad de su conversación».

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